Consistencia de marca: qué es y cómo lograrla
Si alguna vez has reconocido una marca a mitad de un comercial, antes de que aparezca el logo, es probable que se deba a la consistencia de marca.
¿Cómo se logra eso? Te lo explicamos en las próximas líneas.
¿Qué es consistencia de marca?
La consistencia de marca se da cuando una empresa mantiene constante una percepción constante y confiable en la audiencia al mantener, a lo largo del tiempo, los mismos valores, mensajes e imagen en todos sus productos y plataformas.
Esto provoca que las personas identifiquen y recuerden la marca, y sepan qué esperar de las imágenes, los productos, los servicios y la comunicación de la organización.
¿Por qué es importante la consistencia de marca?
Más allá de lo agradable que resulta la familiaridad, la consistencia de marca tiene varios beneficios.
Por un lado, construye confianza en la marca. Al igual que las personas consistentes son más confiables porque sabemos qué esperar de ellas, las marcas se hacen más confiables cuando son coherentes en sus estándares, calidad y mensajes.
La confianza es básica para la sostenibilidad de cualquier marca. Con este cimiento sólido, la marca puede construir relaciones duraderas y leales con sus clientes.
Como si fuera poco, la consistencia de marca impulsa los ingresos, puesto que la confianza motiva a los clientes a preferir los productos o servicios de esa marca y compartir su experiencia con otras personas.
Además, tiene impacto positivo en la reputación de la marca, pues la diferencia y distingue de la competencia. Una marca consistente genera una percepción positiva del cliente. Los usuarios se sienten seguros con la seguridad de que adhiere a sus valores y le proporciona productos y servicios de un cierto nivel. Esto, a su vez, construye una buena reputación de marca.
¿Cómo mantener la consistencia de marca?
Debes conocer muy bien tu marca para saber qué percepción quieres lograr en el público. Enfocarte en la misión, visión, valores, voz y objetivos comerciales de la marca es lo primero.
Luego, debes pensar en la audiencia principal que quieres alcanzar y cómo tus productos o servicios impactarán y mejorarán sus vidas.
Esta información y análisis facilita el desarrollo de una identidad de marca alineada con los valores de la empresa y las necesidades de la audiencia.
Una vez definida, debes crear pautas para la marca y hacerlas cumplir. Es lo que se conoce como manual de marca, que considera elementos como el logo y sus aplicaciones, colores, fuentes, tono de voz, valores y alianzas que son coherentes con la marca.
Con esta guía, todos los miembros de la organización conocen los parámetros de la marca y qué contextos son adecuados para que ella esté presente.
Otro elemento esencial de la consistencia de la marca es la experiencia constante del cliente. Ya sea que los clientes traten con agentes de servicio por teléfono, por correo electrónico, en plataformas de redes sociales o en su sitio web, la experiencia debe sentirse uniforme e identificable con la marca.
Asimismo, los contenidos generados por la marca deben estar alineados con sus valores y oferta. Esto incluye las causas que la marca apoya y que forman parte de su relato porque están alineadas con sus valores, así como sus alianzas con influencers.
Cuidado con el rebranding
Por muchas razones, las marcas en ocasiones deciden hacer un trabajo de rebranding o cambiar su nombre. De hecho, el cambio de marca es bastante común.
Si estás en este caso, es importante que la renovación de la marca tenga un propósito. El solo hecho de que ya no te guste el logo no es razón suficiente. Sí lo es que el logo ya no refleje la actualización de la propuesta de valor, una nueva etapa o la modernización que ha vivido la compañía.
Por otro lado, renombrar o actualizar la marca no significa que sus valores cambien. No conviene cambiar todo a la vez: los mejores cambios de marca nunca hacen que la marca sea irreconocible para su audiencia.
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