Cuando hablamos de promocionar y vender productos y servicios, las marcas deben entender cuál es el recorrido o viaje que las personas hacen desde que ve o escucha algo sobre ella hasta que lo compra. Para esto se han creado modelos que ayudan a tener esta comprensión y gestionar la comunicación para atraer la atención de la persona y lograr que adquiera nuestro producto o servicio.
Entre estas herramientas está el embudo de marketing, también conocido como embudo de ventas o embudo de conversión, un modelo conceptual que representa el proceso que sigue un cliente potencial desde que tiene el primer contacto con un producto o servicio hasta que realiza una compra. Este modelo se llama «embudo» porque visualmente tiene esa forma, con una amplia apertura en la parte superior que se va estrechando hacia abajo.
Este modelo se divide generalmente en varias etapas, que pueden variar según la fuente, pero las más comunes son:
1. Conciencia (Awareness): En esta etapa, los clientes potenciales se vuelven conscientes de la existencia del producto o servicio. Pueden conocerlo a través de publicidad, redes sociales, referencias u otras fuentes.
2. Interés (Interest): Después de la conciencia, los usuarios muestran interés en aprender más sobre el producto o servicio. Pueden investigar, comparar con otras opciones y buscar información detallada.
3. Consideración (Consideration): En esta etapa, los prospectos evalúan activamente el producto o servicio, comparándolo con alternativas y decidiendo si satisface sus necesidades y expectativas.
4. Intención (Intent): En esta etapa, los clientes potenciales tienen la intención de realizar una compra. Pueden expresar su interés de manera más directa, como agregar productos al carrito de compras o solicitar más información.
5. Acción (Action): En la última etapa, los prospectos se convierten en clientes al realizar la compra. Este es el objetivo final del embudo de marketing.
Es importante señalar que el embudo de marketing no termina después de la acción; algunos modelos también incluyen etapas adicionales como la retención (para fomentar la lealtad del cliente) y la recomendación (donde los clientes satisfechos recomiendan el producto o servicio a otros).
El embudo de marketing es una herramienta valiosa para entender y optimizar el proceso de adquisición de clientes, que ayuda a las empresas adaptar sus estrategias de marketing a cada etapa del viaje del cliente.
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