El gran desafío en este Black Friday: ¿Cómo predecir lo impredecible gracias a la IA?
A medida que se acerca diciembre, los retailers se enfrentan año a año con los mismos obstáculos: ¿cómo mantenerse ágiles para poder responder a las cambiantes expectativas de los consumidores y los picos de demanda sin que la cadena de suministro no colapse en el intento?
En ocasiones como el Black Friday de este 29 de noviembre, donde se busca captar la mayor cantidad de ventas, es clave poder agilizar los procesos de gestión de pedidos y proporcionar una entrega rápida y precisa a sus clientes. “La habilidad de anticiparse a las necesidades del cliente y superar a la competencia es crucial para mantener una ventaja competitiva”, afirma Pablo Verrastro, VP de Ventas de Retail Oracle América Latina.
En este contexto, están bajo más presión que nunca para crear modelos de servicio flexibles y cadenas de suministro eficientes y resilientes que puedan adaptarse rápidamente a las condiciones y demandas, pero a la vez controlando los costos y protegiendo los márgenes. Frente a los problemas de siempre, la IA apareció en escena como la solución definitiva.
“Las empresas ya están empleando sistemas de IA en sus cadenas de suministro para optimizar la planificación y la previsión de demanda, impulsar la productividad de sus almacenes y mucho más”, asegura Pablo Verrastro.
La IA revoluciona la logística: más rápida, más eficiente y más precisa
La IA permite a los almacenes operar de forma más ágil, eficiente y adaptable a las fluctuaciones del mercado. “A través del análisis de datos y modelos de aprendizaje automático, se diseñan distribuciones más eficientes, se establecen rutas óptimas para el transporte de mercancías y se realizan pronósticos precisos de la demanda”, destaca el VP. Esto se traduce en una reducción significativa de los tiempos de preparación de pedidos, una mayor satisfacción del cliente y una optimización de los niveles de inventario.
Por otra parte, la inteligencia artificial está transformando la logística al optimizar las rutas de transporte y mejorar la precisión de los tiempos estimados de llegada. Pablo Verrastro explica que mediante el análisis de datos y el aprendizaje automático, es posible identificar y mitigar los riesgos de retrasos, garantizando así que los productos lleguen a su destino a tiempo. “Esta mayor eficiencia en las operaciones logísticas no solo reduce costos, sino que también mejora la satisfacción del cliente, fortaleciendo la reputación de la marca y fomentando la lealtad del consumidor”, garantiza.
Prediciendo el futuro con la IA
“La inteligencia artificial ha transformado radicalmente la forma en que las empresas anticipan la demanda”, propone el VP de Oracle. Al combinar datos internos, como el historial de ventas y el comportamiento del cliente, con datos externos, como tendencias de mercado y eventos estacionales, la IA ofrece predicciones más precisas sobre las futuras necesidades del mercado.
Esto permite a las empresas planificar su producción, inventario y logística de manera más eficiente, reduciendo costos y mejorando la satisfacción del cliente. Además, la IA ayuda a las empresas a prepararse para escenarios complejos, como recesiones económicas o desastres naturales, fortaleciendo la resiliencia de su cadena de suministro.
Menos huella, más eficiencia
Por último, mejora de la sostenibilidad de la cadena de suministro al optimizar las rutas de entrega y la gestión de inventarios. La IA reduce el consumo de combustible y el desperdicio de productos, disminuyendo así la huella de carbono de las operaciones. “Al analizar patrones de compra y colaborar con proveedores, la IA permite una gestión más sostenible del abastecimiento, asegurando que los recursos se utilicen de manera eficiente y que se cumplan los estándares sociales y ambientales”, valora Pablo Verrastro, VP de Oracle.
En estas fechas clave la IA llega al rescate de los retailers que quieren mantenerse relevantes en un mercado en constante evolución, anticipándose a las demandas de sus clientes y tomando decisiones informadas. Porque predecir lo impredecible puede parecer imposible, pero poco a poco está dejando de serlo.