El crecimiento de las redes sociales y aplicaciones de chat como canales de venta y atención al cliente están cambiando la manera como la gente compra e interactúa con las marcas. El social commerce es una tendencia al alza, y se define como una experiencia completa de compra -desde el descubrimiento del producto hasta el proceso de pago- que ocurre en plataformas sociales.

De acuerdo a datos recientes de Meta, más de un billón de personas se conectan con cuentas comerciales a través de los servicios de mensajería de la compañía a la semana y más de 150 millones de personas ven un catálogo de productos de una empresa en WhatsApp cada mes.
Son cifras que no pueden dejar a ninguna marca indiferente, y todas las proyecciones indican que es una industria que seguirá creciendo con fuerza, impulsada principalmente por los millennials y la generación Z.
Y es que las redes sociales ya no son solo herramientas promocionales. A medida que la tecnología de las aplicaciones evoluciona, pueden actuar como canales integrales de atención al cliente, descubrimiento de productos y ventas. Como resultado, las redes sociales se han convertido tanto en un megáfono como en un mercado, un lugar donde las personas pueden encontrar, interactuar, comprar y hacer un seguimiento de las marcas desde sus teléfonos.
El mundo es cada vez más social-first y las redes sociales son las puertas a las tiendas. Esto es tanto una oportunidad como un desafío: llevar la experiencia de la tienda online directamente a las plataformas sociales donde los potenciales clientes pasan la mayor parte de su tiempo conectados.
El reto es estar presente 24/7, con soluciones adecuadas a las expectativas de los usuarios y experiencias lo suficientemente atractivas para captar su interés.
Sin embargo, aquí el viaje del cliente se vuelve más fragmentado y descentralizado, por lo que las marcas deben conectar los puntos de contacto de redes sociales y mensajería y crear una experiencia de 360°. Una bandeja de entrada social unificada con capacidades de inteligencia artificial conversacional hace esto posible a escala.
El social commerce es una oportunidad para mantener la conexión con los clientes en el cambiante entorno digital y a medida que las restricciones de privacidad se hacen más fuertes.
En el social commerce, las marcas pueden tener una interacción 1:1 con cada cliente, recreando la atención personalizada de la tienda física. Esta conversación entrega valiosa información sobre los clientes y promueve su lealtad y compromiso.
Siguiendo esta conversación, las marcas pueden interactuar con el cliente en cada paso de su viaje de compra, resolviendo sus inquietudes y continuando con la relación incluso después de la compra.
Así, el social commerce ofrece a las marcas la oportunidad de:
