Uso del A/B Test en Marketing Digital

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Este tipo de testeo no solo es una de las buenas prácticas de CRO (Conversion Rate Optimization), sino que además es una de las más comunes en Marketing Digital, entregando además la posibilidad de entender de mejor manera al “buyer persona”. 

El A/B Test o Split Testing se utiliza desde la redacción de contenidos de un sitio web, hasta los mails que se envían y aunque el tiempo que toma crearlos y ejecutarlos no es poco, las ventajas de aplicarlo son considerables si se planifican de manera correcta. 

Se utiliza, además, para esclarecer las interrogantes más recurrentes, al momento de desarrollar cualquier campaña digital, que son aquellas que tienen relación con la optimización del monto de inversión, como la publicidad en redes sociales, por ejemplo. Según AdEspresso, el uso de esta práctica permite reducir hasta un 75.14% los costos de inversión. 

Uso del A/B Test en Marketing Digital

¿En qué consiste?

El Split Testing es un experimento que permite comparar distintas variantes de diversos contenidos (publicaciones, infografías, emails y más), con el propósito de conseguir más alcance con menos recursos, valiéndose de los resultados de las métricas y la respuesta del público objetivo.

Con el fin de simplificar esta definición, el Split Testing en palabras sencillas, significa realizar pruebas basadas en desarrollar y compartir dos versiones de un mismo elemento, para luego comparar y conocer cuál ha causado mayor interés entre los usuarios y/o buyers. Esto, a futuro, te permitirá invertir de manera más eficiente.

Sin embargo, antes de empezar a probar distintas variaciones, es importante determinar qué cosas se quieren cambiar respecto a las métricas que se buscan optimizar. Entre las más comunes están:

  • Facturación.
  • Leads.
  • Registros a la lista de correos.
  • Clics a publicidad afiliada.
  • Aumentar tiempo promedio en una página web.

¿Qué testear?

La cantidad de contenidos y elementos que se pueden analizar a través del Split Testing son muy variados:

  • Los títulos y descripciones de productos.
  • La extensión de un formulario y campos a rellenar.
  • El diseño de una página web.
  • El uso de diferentes tipografías.
  • La imagen destacada de algún producto o contenido.
  • El largo de los textos de un sitio o blog personal.

Sin embargo, los test A/B requieren un análisis riguroso, además de un periodo pertinente de aprendizaje. Asimismo, las modificaciones entre un elemento y otro no deben ser radicales. Hay que tener en cuenta que mientras más datos y estadísticas se recopilen, mayores serán las posibilidades de implementar una campaña exitosa.

Es muy recomendable realizar pruebas de manera correcta, planificada y sistemática, por lo que necesitan de una dedicación y conocimientos adecuados, puesto que entran en juego muchos y variados factores a considerar. 

En la práctica son pocas las compañías que llevan a cabo buenos programas de testeo, lo que hace que se pierda una gran oportunidad de comprobar la eficacia de ciertas campañas y, lo que es más importante, poder realizar los ajustes necesarios para mejorarlas.

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