¿Seguirías a un influencer virtual? Mira de qué se trata esta tendencia

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¿Sabías que existe una influencer surcoreana cuyo perfil en Instagram (@rozy.gram) acumula 125 mil seguidores? Hasta aquí nada muy sorprendente, pero lo llamativo es que esta influencer no es una persona real sino un avatar digital creado por la empresa Sidus Studio X.

Es el caso también de Lil Miquela (@lilmiquela), con 3 millones de seguidores, o Lu do Magalu (@magazineluiza), con 5,8 millones en Instagram y una cifra similar en Tik Tok. Ambas son celebridades en las redes, pero no son humanas.

Podríamos decir entonces que tanto Rozy como Lil Miquela o Lu no existen, pero lo cierto es que sus recomendaciones y alianzas con marcas dan resultado y provocan millonarias ventas.

Se trata de una industria nueva pero que ha ido ganando terreno entre usuarios y marcas. ¿Por qué? Intentaremos explicarlo.

Lil Miquela

¿Qué es un influencer virtual?

Podemos definirlo como un personaje digital creado a través de un programa gráfico, que se dota de personalidad y filosofía de vida. Mediante el contenido que genera en medios y redes digitales, gana notoriedad pública e influencia social y comercial. Así, la tendencia combina arte digital con marketing.

La idea es aprovechar la tecnología para fabricar al creador de contenido perfecto, que ofrece entretención y no protagoniza escándalos ni da pasos en falso.

La creciente popularidad de los influencers virtuales está planteando grandes cambios. Estos modelos generados de forma artificial cada día logran un mayor número de seguidores en redes sociales, especialmente en Instagram.

Pero ¿por qué logran tanta aceptación y confianza entre los usuarios? Para empezar, actualmente es casi imposible diferenciarlos de los influencers humanos: muy lejos quedaron ya los burdos inicios de la representación humana en 3D, y a pesar de que algunos de ellos sí cuentan con elementos estructurales de dibujos animados, son visualmente bastante atractivos.

La plataforma de análisis social HypeAuditor, en su estudio Top of Instagram Virtual Influencers 2021, revela que los influencers virtuales tienen tasas de engagement casi tres veces más altas que las de los influencers reales. “Esta tendencia es constante por segundo año consecutivo, lo que indica que los seguidores interactúan mejor con el contenido de los influencers virtuales”, dice la investigación.

rozy.gram

Agrega que el público principal de este tipo de influencers son mujeres de entre 18 y 34 años (44,76%). También hay un gran número de jóvenes entre 13 y 17 años (14,64%), lo que es el doble del promedio de influencers regulares, cuya audiencia joven representa alrededor del 7% de su audiencia total.

El 57% de los influencers virtuales tienen un decrecimiento de seguidores, lo que puede indicar que sus cuentas están perdiendo bots o que a las audiencias no les gusta el contenido y dejan de seguir a los influencers.

Con estos números, cabe pensar que los influencers virtuales han venido para quedarse, pero solo cuando la estrategia funcione.

Hay que reconocer que la tentación de crear un influencer a la medida de la marca, pero no se atisba un boom masivo. Simplemente, es una más de las tantas oportunidades abiertas por la tecnología.

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