Hace pocas semanas, ANDA celebró su 48ª Asamblea de Socios, instancia que felizmente pudimos volver a realizar presencialmente tras habernos visto obligados a suspenderla el 2020 y efectuarla en forma virtual en 2021. 

La interacción cara a cara, hoy más importante que nunca tras haberla perdido por tanto tiempo, fue una gran oportunidad para dar cuenta a nuestros socios de lo realizado durante un desafiante 2021, reencontrarnos con quienes nos une un largo vínculo, y dar la bienvenida a aquellos que se han integrado recientemente a nuestra comunidad de avisadores. 

Esto fue solo una muestra de la recuperación de cierta “normalidad” que hemos visto en el último tiempo. Definitivamente la pandemia aún no está superada y observamos cómo en otras latitudes sigue vigente una situación crítica, tenemos claro que, tomando las medidas de autocuidado correspondientes, tenemos que esforzarnos por contribuir con toda la energía posible a retomar el ritmo habitual, más aún en un entorno económico muy deprimido. 

Y mencionamos “normalidad” entre comillas porque sabemos que tal cosa ya no es lo que creíamos. Todo ha cambiado, el mundo entero se mueve con certezas que se desvanecen frente a acontecimientos sorpresivos, y el mundo del marketing atraviesa su propio punto de inflexión derivado de la transformación digital, los cambios sociales y la fragmentación de las audiencias, entre otros diversos factores. 

En este contexto, la prioridad debe ser la reconexión con las personas. Tenemos a disposición más información que nunca, al alcance de la mano la tecnología para llegar con mensajes personalizados a las distintas audiencias, pero necesitamos hacer un esfuerzo más reflexivo para entender en profundidad las motivaciones y anhelos que las impulsan y las llevan a conectar emocionalmente con las marcas. 

La sociedad está viviendo profundos procesos y la incertidumbre también afecta a las personas, ellas necesitan faros que les ayuden a encontrar un camino en el que puedan sentirse cómodas. Ahí está la misión de las marcas, en ofrecer seguridad, confianza y apoyo. En un mundo impredecible, tenemos que ser ese espacio de estabilidad que les da lo que están buscando, con una propuesta de valor basada en insights relevantes que nos conecten con ellas desde la emoción. 

El estudio CHILE 3D

nos entrega interesantes antecedentes que debemos tener en cuenta. El 45% de las personas piensan que el cuidado del medio ambiente es la principal causa social donde las marcas deberían involucrarse. Sin embargo, el 77% cree que las marcas deben apoyar causas sin cobrar ese precio al consumidor. Especialmente crítico es que el contexto económico está implicando que un 40% dice que se está replanteando las marcas que compra, que solo el 11% se siente representado con las publicidades que ve y apenas un 14% creen que los mensajes que transmite la publicidad son creíbles. Es perentorio, entonces, asumir un rol, involucrarnos y conectar de manera más real y auténtica. 

Por otra parte, en esta edición, el presidente de la ANP nos hace una importante interpelación: nuestra responsabilidad es crucial en la defensa de la libertad de expresión y la democracia. A través de la inversión publicitaria, estamos llamados a apoyar medios y plataformas serias y comprometidas con la información veraz. No podemos soslayar que tenemos un rol que jugar en la crisis de la post verdad y las dañinas fake news. 

La autorregulación está más vigente que nunca y sigue siendo el mejor camino para honrar la responsabilidad que nos cabe en estos tiempos y estar a la altura de lo que la sociedad nos exige y merece. 

Fernando Mora Aspe, Presidente de ANDA

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