Ley REP: lo que las compañías deben considerar
Webinar de ANDA exploró las obligaciones y la forma de cumplirlas para lograr valorización y reciclaje de productos y envases y evitar su desecho como basura.
Bajo el título “El avance de la Ley REP y su impacto en la estrategia”, ANDA desarrolló su Webinar Series donde Pilar Prieto, abogada de ANDA; Nathalia Silva, integrante del proyecto de Sistema de Gestión de Envases y Embalajes; y Sergio La Rocca, gerente general de Colgate Palmolive, expusieron sobre las implicancias de esta normativa.
Para poner en contexto los fundamentos de la ley, la abogada Pilar Prieto detalló que el país produce más de 17 millones de toneladas de basura al año, de las cuales 10 corresponden a la industria y 7 a domicilios, y solo se recicla el 10% de ella. Más de 2 millones corresponden a envases y embalajes (cartón, papel, metal, plástico, vidrio y cartón para líquidos). De ello, solo un 27% se recicla y el resto va a rellenos sanitarios.
“Cuando Chile ingresó a la OCDE, uno de sus compromisos fue aumentar el reciclaje de residuos sólidos, y en este contexto se dictó esta Ley REP, que obliga a las compañías a hacerse cargo de la vida útil de sus productos y por lo tanto establece el principio de que el productor que contamina debe pagar y todo residuo potencialmente valorizable debe ser destinado a tal fin, evitando su eliminación”, explicó.
En una primera etapa, la ley establece 6 productos prioritarios: aparatos eléctricos y electrónicos, pilas, envases y embalajes, neumáticos, aceites y lubricantes y baterías. Refiriéndose durante su presentación a los envases y embalajes, Prieto indicó que la ley establece una jerarquía en el orden de preferencia de manejo de estos productos:
1. Prevención
2. Reutilización
3. Reciclaje
4. Valoración energética
5. Eliminación
Se estableció también una gradualidad (Ver tabla), y la posibilidad de que el nexo entre productor y gestor de los residuos sea individual o colectivo.
En virtud de esta ley, las obligaciones para productores e importadores (con la excepción de microempresas o que introduzcan menos de 300 kg de envases al año al mercado) son:
• Inscribirse en el Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes, RET C
• Organizar y financiar la recolección y tratamiento de productos recolectados a través de un sistema de gestión
• Asegurar que la gestión de los residuos de envases se realice por gestores registrados y autorizados
• Cumplir las metas de recolección y valorización de estos productos
Las infracciones por no cumplimiento se categorizan en gravísimas, con multa hasta 10.000 UTA, equivalente a $521 millones; graves, con multa hasta 5.000 UTA/$262 millones; y leves, con multa hasta 1.000 UTA/$52 millones.
>> Obligaciones y gestión de envases
Nathalia Silva, integrante del proyecto de Sistema de Gestión de Envases y Embalajes, detalló que el 16 de marzo de este año se publicó el reglamento para envases y embalajes, con lo cual se activó el plazo para cumplir las metas y obligaciones, el 16 de septiembre de 2023.
Dado que los envases se dividen en domiciliarios y no domiciliarios, destacó que “las metas no pueden cumplirse de manera cruzada, cada envase tiene que cumplir su meta en la categoría a la cual está asignado, por lo que una categoría no puede subsidiar a la otra. Esto es importante porque cuando los productores tienen que hacer la declaración de lo que introducen al mercado, tienen que hacer esta separación”.
Los sistemas de recolección colectivos que permite la ley reúnen a varios productores para financiar todas las etapas requeridas para lograr que los envases introducidos al mercado sean valorizados para dar cumplimiento a las metas. “Ahí es donde nace la figura del Sistema de Gestión Colectivo, donde la ley indica que, para poder dar cumplimiento a esta normativa, los productores tienen que definir la participación en un sistema colectivo o individual”, precisó.
El sistema colectivo recibe las declaraciones de todas las empresas y consolida esas líneas bases en una sumatoria para hacer las licitaciones para que las etapas de valorización y cumplimiento de metas se ejecuten, información que se entrega a las autoridades.
Silva enfatizó que, para el caso de los sistemas colectivos de más de 20 productores, pueden ir a buscar cualquier residuo disponible en el mercado. La diferencia con el sistema individual y colectivo de 20 o menos productores, es que el producto que introducen al mercado es el mismo que tienen que recolectar. “Esta restricción es una de las claves que un productor debe tener en cuenta para tomar una decisión”, afirmó.
Otra obligación importante de la normativa es la de cobertura, en particular relacionada con la recolección casa a casa, donde se pide en el año 1 una cobertura del 10% hasta el 80% en el año 12. Adicionalmente, se exige desde el año 1 instalar espacios de recolección de envases a nivel nacional.
La experta recomendó mirar las experiencias de países que están más avanzados en esta materia.
“Parte crítica de esto es ver cómo vamos a generar el cambio cultural que necesitamos en Chile para lograr que más chilenos reciclen y separen los residuos. De esa forma vamos a tomar como pilar fundamental dentro de la estructura de comunicación y el cómo vamos a ofrecer el servicio, tener en consideración la economía departamental. Como bien lo menciona Richard Thaler, tenemos que entender cómo vamos a dar ese empujón a cada uno de los ciudadanos para que el reciclaje se transforme en algo cotidiano”, expresó.
>> Una mirada desde la industria
Sergio La Rocca, gerente general de Colgate Palmolive, compartió su visión desde el punto de vista de las compañías, “un actor sumamente relevante e importante en todo lo que tiene que ver con la sustentabilidad”.
Explicó que la compañía, presente en 200 países, hace tiempo reflexiona cómo aportar a la sustentabilidad y tomando acciones en consecuencias. Según estudios de Kantar que compartió, casi la mitad de los chilenos decidió en el último año dejar de comprar algún producto por su impacto medioambiental o social.
Explicó que el abordaje de Colgate al respecto considera 3 aspectos: desde la realidad del negocio, del consumidor y la sociedad. A partir de eso, su propósito se definió como “una compañía solidaria, enfocada al crecimiento y a la innovación, que está reinventando un futuro más saludable para toda la gente, sus mascotas y nuestro planeta”.
Asimismo, se planteó el objetivo para 2025 de ofrecer un 100% de packaging reciclable, reusable o compostable en todas las categorías; un 25% de plásticos reciclados y 0% packaging innecesario o problemático.
“Creo que las compañías en general estamos tomando un rol protagónico en algo que es tan importante, nos estamos haciendo cargo y estamos pensando realmente en el futuro”, concluyó.