“Las empresas van a tener que empezar realmente a involucrar IA en sus procesos”
Rodrigo Rojo, experto en IA, director del Observatorio de Sociedad Digital de la Universidad de Chile y cofundador de EvoAcademy, enfatiza en la necesidad de capacitarse en estas herramientas, que provocarán ventajas competitivas en las empresas que las usen.
A su juicio, Chile tiene el potencial para que la IA se convierta en un motor de desarrollo.
Desde que el 30 de noviembre de 2022 se lanzó ChatGPT, la inteligencia artificial se convirtió en un tópico obligado y entró en la agenda de organizaciones, empresas y profesionales en todo el mundo. Desde entonces, las grandes compañías tecnológicas compiten por desarrollar sus propios modelos y soluciones. “Todos empezaron a correr para entender qué estaba pasando. Empezamos a ver como una ola que se acerca que es la IA, que todavía no sabemos hasta dónde va a llegar o qué edificios va a dejar de pie y cuáles no, no tenemos idea”, dice Rodrigo Rojo, Consultor en marketing e IA, director del Observatorio de Sociedad Digital de la Universidad de Chile y cofundador de EvoAcademy.
Paralelamente, los países comienzan a discutir sobre los usos aceptados y los límites de la IA. El propio Rojo fue invitado a la Mesa Futuro del Senado, donde, junto a más de un centenar de especialistas, contribuyó a elaborar un documento de recomendaciones en distintos aspectos de la IA.
“Esto es una caja de Pandora de posibilidades que se abrió, y no está tan claro con cuáles de esas nos queremos quedar. Al ser tan nuevo, no necesariamente sabemos cuáles son buenas, y hay un dilema ético o moral de hasta dónde dejamos que la máquina avance. El gran desafío es que la legislación y la capacidad que tiene la sociedad de comprender el fenómeno es mucho más lenta que el fenómeno mismo, y en la IA esto se aceleró por 10”, advierte Rojo.
¿Qué se espera en materia de IA para este año?
Creo que nos vamos a encontrar con varios fenómenos importantes. El primero tiene que ver con los que están creando estas tecnologías, donde hay 2 vertientes: las grandes tecnológicas como Google, Microsoft y OpenAI, y los laboratorios Open Source o de código abierto, donde está Stability, Mistral y otros. Hasta el momento, ningún modelo ha logrado superar a GPT-4, que es la versión de pago de ChatGPT, ojalá más barato.
Una de las cosas que yo espero ver es esta tendencia a generar mejores modelos, pero, en paralelo, también está la carrera por el modelo más eficiente y pequeño, que pueda vivir en el celular. Se filtró que Apple está haciendo algunos esfuerzos, Google sacó una versión nano de su modelo y Microsoft sacó Phi-2.
Estos modelos se llaman Small Language Model (SLM) y son eficientes para correr en el internet de las cosas y dispositivos chicos.
¿Qué está pasando con el talento en esta materia?
Es otra tendencia, relacionada con las marcas, corporaciones, empresas y emprendimientos, donde todavía estamos en la adopción inicial de los Early adopters. De ahí que el 2024 va a ser un momento donde las empresas van a entender lo que pueden y lo que no pueden hacer, y van a tener que empezar realmente a involucrar IA en sus procesos. De lo contrario, si una empresa rival lo hace, se capacita y logra resolver su uso antes, se va a generar una ventaja competitiva temporal que va a hacer que esa empresa acelere mucho más.
Por lo tanto, se va a dar una pelea por el talento en IA, por gente que sepa ocupar estas herramientas para crear campañas y desarrollar modelos internos y soluciones, y también se verá la necesidad de capacitación de las empresas.
¿Se verá la aparición de empresas nativas con IA?
Efectivamente vamos a ver mucho más el crecimiento de emprendimientos de muy pocas personas que van a crear productos tecnológicos o startups propias y no van a necesitar equipos grandes ni fondos de inversión gigantes para escalar, porque van a tener herramientas de inteligencia artificial que las aceleren. Estas van a ser rivales nuevos para las empresas, que hablan otro código. Eso también va a ser un desafío bien interesante, especialmente, y ahora llevándolo más hacia el marketing, en que, con un ChatGPT, yo tengo un asistente de marketing super competente, por lo que la inteligencia artificial permite emparejar la cancha.
La ventaja estará en que quienes trabajan en marketing con asistencia de la IA, van a poder ocupar las herramientas con un nivel de profundidad mucho mayor porque van a saber qué preguntarle, qué cuestionarle, cómo ir iterando la respuesta para llegar a una respuesta muchísimo mejor que la otra persona que no sabe marketing y lo está ocupando, y por esto creo que para las corporaciones es importante incorporar los procesos, capacitarse, estudiar, contratar gente que sepa.
La cuarta tendencia va a ser la búsqueda de perfiles que tengan dos habilidades fundamentales: la capacidad crítica para poder cuestionar y pensar cómo la herramienta de IA me puede ayudar a resolver un problema de mejor forma, porque la máquina no piensa sola, yo le tengo que dar el Input. La segunda habilidad, aún más importante, especialmente en los equipos de marketing y publicidad y comunicaciones, es la creatividad. Estoy convencido de que ese aspecto va a hacer que, por ejemplo, las áreas de marketing sean las primeras que incorporen este tipo de soluciones porque se les va a ocurrir cómo ocuparlas, pero obviamente también la empresa va a tener el desafío de cómo fomento la creatividad para encontrar soluciones únicas, especialmente en productos digitales o de servicios.
¿Habría creatividad en el resultado si lo hace una IA?
Hay algunos ejercicios que demuestran que la persona creativa, al asistirse con IA, va a tener los superpoderes de la herramienta en la medida en que sepa cuestionar lo que está viendo e interpretarlo. El humano se complementa con IA, y los experimentos muestras que las personas expertas en alguna disciplina que se ayudaron con IA, logran mejores resultados que personas no expertas más IA, y que personas expertas que no usaron IA.
El desafío va a estar en cómo logramos, como profesionales creativos de marketing, publicidad o comunicaciones, incorporar estos estos modelos y preguntarnos cómo me puede ayudar a hacer mi trabajo más rápido, mejor y más eficiente, pero no me va a reemplazar. Lo que sí va a pasar es que personas que sepan ocuparlo, probablemente tengan más probabilidades de reemplazarme u obtener el siguiente trabajo, porque van a tener la capacidad de generar muchísimo más.
¿Cómo está funcionando en Chile la innovación relacionada con inteligencia artificial?
Normalmente, con todas estas olas tecnológicas, pasaba que nosotros como país estábamos atrasados, no teníamos la capacidad de subirnos a la ola. Pero hoy en día, cuando llega la inteligencia artificial, tenemos a Chile como uno de los países de mayor conexión a internet de la región, donde las grandes tecnológicas han instalado servidores, y con un ecosistema tecnológico digital super potente. En paralelo, hemos visto también en los últimos años que Chile ha generado startups de exportación, que se han posicionado como actores importantes en la región. Esta ola nos pilló justo cuando tenemos talento en Chile y empresas que están haciendo cosas. Hay un índice que hizo el CENIA (Centro Nacional de Inteligencia Artificial) donde se ve que, a nivel de preparación en IA, Chile es el país mejor parado en la región en la cantidad de académicos pensando en tema, etcétera, pero a nivel de desarrollo no está tan claro que sea así. Sin embargo, yo he visto empresas nativas de IA y han empezado a cultivarse distintas empresas startup que están acelerando esto. Tengo la suerte que también soy fundador del club de la IA, una agrupación que nació como grupo de WhatsApp, con más de 1000 miembros de distintas empresas, emprendedores, académicos y otros, que están todo el día hablando de inteligencia artificial y generando cosas. El caldo de cultivo en Chile es el más nutritivo que tenemos en décadas.
Hay un montón de cosas pasando y el desafío está en la capacidad crítica y creatividad para ver cómo involucrar IA en los procesos y acciones. Un gran problema que hubo es que, cuando salió ChatGPT y explotó la IA, todos querían incorporarla en lo que estaban haciendo. Pero si no lo entiendes, no vas a saber cómo hacerlo, y vas a agregar cosas solo por agregar IA, pero sin que te entregue mayor beneficio. El reto que tienen las marcas es incorporar IA de forma que les ayude a potenciar su propuesta de valor.
Si meto una característica o hago un producto con IA que no ayuda a resolver los problemas que tienen mis usuarios o clientes, no lo van a ocupar. La invitación es pensar cómo hoy ocupo esto para nutrir mi producto y servicios, y hacer que mi marca crezca y entregue mejores cosas a los clientes.
¿La IA podría convertirse en un eje de desarrollo para el país?
Totalmente, tenemos la capacidad instalada en términos del acceso a la tecnología y tenemos muy buen talento en el desarrollo. Las ideas están.
Rodrigo Rojo, experto en IA, director del Observatorio de Sociedad Digital de la Universidad de Chile y cofundador de EvoAcademy
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