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“La libertad de expresión supone y exige responsabilidad”.

Juan Jaime Díaz, presidente de la Asociación Nacional de la Prensa, ANP

Juan Jaime Díaz, presidente de la Asociación Nacional de la Prensa, ANP

 

Como ANP, más que una lectura o análisis de la situación social y política en particular, que le corresponde a cada medio según sus respectivas audiencias, nos preocupan las violentas agresiones sufridas por los profesionales de las comunicaciones y a las instalaciones de los medios de comunicación mismos. Lo anterior tiene el claro propósito de acallar voces, afectando también la libertad de prensa.

 

Hay que avanzar rápidamente en la construcción de un mejor clima social, donde disminuya la intolerancia e intransigencia. Los meses que vienen son claves, ya que solo en el 2020 tendremos muchas decisiones que como sociedad deberemos tomar para nuestro futuro y, para eso, antes que nada, hay que reconstruir las confianzas y avanzar en el respeto mutuo. También, como organización gremial, promulgamos el necesario diálogo, un diálogo democrático y amplio, pero constructivo y sin violencia.

 

Un aporte específico que podemos hacer es enfrentar la desinformación y la proliferación de las noticias falsas. Éstas han generado una mayor división e inseguridad en la sociedad, con el consecuente daño para la democracia. Y vemos también que esta situación ha llevado a que nuevas audiencias recurran a los medios tradicionales.

 

También debemos defender la libertad de expresión. Como gremio, así como propugnamos la más amplia libertad de información, propugnamos con igual energía la responsabilidad. La libertad supone y exige responsabilidad. La libertad de expresión no puede ser pretexto para emitir un discurso de odio, por ejemplo. La libertad de expresión tampoco legitima cualquier plataforma de difusión. La lesión de la honra e imagen de terceros no puede ser impune.

 

Sin lugar a dudas, lo acontecido en Chile en octubre del 2019, como a muchos, nos pilló de sorpresa, no estábamos preparados y no vimos venir lo que pasó, no logramos detectar representantes o líderes de lo que estaba sucediendo. Lo anterior nos debe hacer reflexionar sobre cómo identificar mejores caminos para lograr una conexión mayor con nuestros lectores. Debemos identificar las necesidades y requerimientos de las audiencias y de las comunidades que atendemos y buscar mayores instancias de acercamiento, a través, por ejemplo, del desarrollo de multiplataformas, experiencias presenciales de contenidos y diálogos, para lograr más contenido de calidad.

 

Pensamos que la imperiosa búsqueda por lograr un mayor respeto y confianza entre todos, más diálogo (empezando por aquellos que tienen una mayor responsabilidad cívica), y aislar a los violentistas que tanto daño han causado al país, de los ciudadanos que buscan sus legítimas aspiraciones y reivindicaciones sociales, es el camino que vemos para avanzar en la búsqueda de mayores acuerdos, igualdad y desarrollo.

 

También pienso que debemos prepararnos para enfrentar, ojalá me equivoque, discusiones y quizás decisiones que, en la búsqueda de caminos que se escuden en la objetividad de los medios, buscarían un control mayor de la libertad de prensa, lo que solo lleva a una mayor restricción de la libertad de información y los consecuentes efectos para la existencia de una democracia sana.

 

No ha sido, tampoco, un año fácil en lo que respecta a los ingresos, por la importante caída en la publicidad. La situación vivida en los últimos meses del 2019 incrementó esto, porque ha creado mucha incertidumbre y temores en los avisadores. Pensamos que con esto están dejando pasar oportunidades. Vemos sí, con optimismo, como poco a poco esto va mejorando e incluso avisadores que se habían restringido, antes de octubre, han vuelto a publicar, valorando el aporte que pueden obtener de los medios tradicionales, y varios de nuestros asociados ya están trabajando conjuntamente en interesantes desafíos.

 

Hay otra amenaza que la sociedad debe enfrentar, y que afecta a los medios gravemente: la “competencia desleal”. Me refiero a aquellas plataformas digitales que no pagan derechos de autor por los contenidos generados por los medios tradicionales, no rinden cuentas y no se sienten responsables de casi nada. Hay países que están modernizando sus legislaciones y nos llevan muchas ventajas. Como ANP estamos trabajando con nuestros pares de Hispanoamérica para poder avanzar en propuestas que nos permitan una competencia más justa.

 

Preservando siempre la credibilidad, la objetividad y la independencia del medio, invitamos a los avisadores a trabajar colaborativamente en buscar la interacción y el interés de las audiencias, para alcanzar sus objetivos y aumentar el valor de sus marcas. La marca como tal tiene más probabilidades de alcanzar objetivos de aumentar su participación de mercado y fidelizar audiencias con estrategias que las potencien, y eso solo puede lograrse exitosamente si están asociadas a medios que generen confianza y, conjuntamente, mejorar la creatividad para lograr, también, mensajes emocionales y con propósitos, que reflejen su realidad.

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