Juan Jaime Díaz, presidente de la ANP, advierte amenazas a la libertad de expresión y de prensa y destaca la activa participación de la entidad. “Veo un futuro desafiante, con un rol fundamental de los medios tradicionales”, expresa.

La segunda semana de mayo, la Asociación Nacional de la Prensa, ANP, celebra en La Serena su Encuentro Regional de Diarios en La Serena, que contará con la presencia de altas autoridades nacionales y regionales, directores de medios y otros actores relevantes del ecosistema de los medios de comunicación.

Es una de las actividades de celebración de los 70 años que está cumpliendo esta organización que agrupa a empresas editoras de diarios, revistas y medios digitales chilenos, y que tiene como uno de sus principales objetivos la defensa integral de las libertades de información y de opinión.

Juan Jaime Díaz, su presidente, repasa en esta entrevista el momento de la ANP y de la libertad de expresión en el país.

¿Cuál es su evaluación de la situación de la libertad de expresión y de prensa en el país?

Chile es un país privilegiado en comparación con otros países de la región, tal como lo han concluido los principales estudios internacionales sobre la libertad de expresión y de prensa. Sin embargo, la libertad de expresión, al igual que la vida en democracia, es un derecho que se desafía y defiende a diario. Hoy vemos que existen algunas amenazas. Solo por mencionar algunas: la posibilidad de injerencia regulatoria del Estado sobre decisiones editoriales, que todavía no está totalmente definido en el nuevo texto constitucional; segundo, la falta de protección hacia nuestros periodistas, en especial en la cobertura de hechos noticiosos de conflicto y violencia, y tercero, la insuficiente protección del material periodístico frente a atentados contra la propiedad intelectual, ya sea por el uso no autorizado de plataformas o empresas de clipping, que dañan en varias dimensiones a los medios al “piratear” nuestros contenidos. Todos estos, en sus respectivas dimensiones, son peligros para la existencia de un periodismo libre, y del derecho de los ciudadanos a recibir información de calidad y responsable.

¿Cómo están actuando frente a estas amenazas?

En primer lugar, la Asociación Nacional de la Prensa tiene su principal razón de ser en la defensa de la libertad de prensa. Por ello es que participamos activamente en el debate de la Convención Constitucional. También hemos denunciado frente a las autoridades de gobierno de turno la falta de medidas de seguridad hacia los periodistas. En cuanto al respeto de la propiedad intelectual, advertimos el problema de las empresas de clipping -que se dedican a la reproducción de notas de prensa sin la autorización ni retribución de los medios– a autoridades políticas, instituciones como Contraloría y al empresariado.

Los medios de prensa han debido enfrentar una transformación enorme en los hábitos de consumo de información en las personas, ¿cómo evalúan esta situación y la forma de responder adecuadamente?

Estamos pasando momentos de cambios, algunos de los cuales son complejos, y los estamos viviendo a una gran velocidad. Entre los aspectos positivos está la demanda por información, que ha crecido y sigue aumentando. Sin embargo, a veces no hemos sido capaces de responder frente a los cambios con la velocidad que se requiere.

Hay que recordar que nuestra labor es ser generadores de contenidos, pero debemos siempre adaptarnos a las plataformas que nuestras audiencias requieran. Por lo mismo, los medios tradicionales desarrollaron modelos multiplataforma e implementaron la transformación digital, no sólo en los modelos económicos, sino también en el trabajo editorial.

Es una época muy importante para los medios de prensa, ya que podemos llegar a más personas con más frecuencia, a través de multiplataformas. 

El futuro de las comunicaciones estará marcado por dos factores: el crecimiento exponencial de la cantidad de información y el acceso a información de calidad. Son medios como los nuestros los que permitirán acceder a ese tipo de información de calidad a una mayor parte de la población. Veo un futuro desafiante, con un rol fundamental de los medios tradicionales. 

Si bien la sociedad tiene acceso a más información que nunca, la calidad de la información es muy variable y abunda aquella de mala calidad, ¿qué reflexión y acción hace la ANP al respecto?

En la era digital se van creando verdades y también mitos respecto de realidad de los medios de comunicación.  Entre estos últimos está, a mi juicio, el exceso de fascinación por las redes sociales, donde algunos han impulsado un debate que busca poner en duda el rol de los medios de comunicación tradicionales.

Los medios que saldrán fortalecidos de este cambio son los que basan sus oportunidades en el buen periodismo, la investigación, la credibilidad, la reputación y tienen domicilio conocido. No nos olvidemos que son los medios de prensa (papel /digital) con sus redacciones periodísticas, los que están generando la mayor información de calidad. La educación y la buena información es la que nos permite tomar buenas decisiones y genera oportunidades para todos. Por lo mismo, como ANP implementamos talleres orientados a ayudar en forma práctica a la transformación digital a nuestros socios.

Por otro lado, son las mismas redes sociales las que han incrementado en forma exponencial la “desinformación” o Fake News (noticias falsas). Éstas atacan principalmente los campos de la política, la economía y la honra de las personas e instituciones. Sus consecuencias pueden ser catastróficas. Las audiencias no pueden solo informarse por este tipo de información, ya que esto nos puede encaminar a un mundo más dogmático e intolerante que no permita el buen debate y no se respete ni se valore las diferencias.

Hoy los grandes generadores de información de calidad son quienes luchan contra la desinformación. Ello acrecienta su impacto en la sociedad. Por lo mismo, durante la pandemia aumentó la confianza en los medios de comunicación.

La confianza que las audiencias tienen en los medios se extiende a las marcas que se anuncian en contextos noticiosos serios. Si quienes tienen la responsabilidad comercial en las empresas hoy apuntan su estrategia publicitaria dejando de lado sus propias marcas, no solo pueden desaparecer como instituciones, sino que lleva a que la información de calidad, por sus costos asociados, sea solo accesible para aquellos que tienen recursos.

¿Cómo encuentra este aniversario a la ANP y, en general, al ecosistema de prensa?

Es una buena oportunidad para revisar lo que hemos avanzado y, desde los cimientos de nuestra historia y trayectoria, mirar hacia el futuro. A través del tiempo, el principal desafío de nuestra entidad gremial es y ha sido la defensa de la libertad de expresión, particularmente cuando ésta se ve amenazada o restringida. Esta preocupación hoy está muy vigente por las incertezas regulatorias que se han generado. Sabemos que cualquier restricción a esta libertad deteriora -tarde o temprano- a todas las otras libertades públicas.

El rol de la ANP es contribuir también al desarrollo conjunto de la empresa periodística y del periodismo. Por ello hemos trabajado en programas y otras iniciativas que apuntan a esta dirección, lo que ha aumentado el interés de los medios de incorporarse a esta Asociación.

Como organización gremial nos encontramos frente a enormes desafíos como consecuencia de los cambios vertiginosos que han enfrentado y enfrentarán los medios. No solo frente a los cambios tecnológicos, que nos desafían a adaptarnos constantemente, o frente al mayor protagonismo que asumieron las audiencias. Hoy nuestros socios han ido perfeccionando mucho el conocimiento de las audiencias y también han avanzado en el desarrollo de medios más sustentables y a formatos multiplataforma. Sin embargo, debemos estar preparados para nuevos cambios. Esto implica generar nuevas ideas, formatos y productos editoriales acordes al nuevo ecosistema. También debemos avanzar buscando nuevos caminos y conseguir acuerdos para que se respete la propiedad intelectual en nuestro trabajo.

La prensa se ve enfrentada a robustecer su credibilidad y esto se logra avanzando, junto a los lectores y la audiencia, hacia una comprensión más acabada de la naturaleza del trabajo informativo y entregando una información de mayor calidad que responda a sus necesidades informativas. La transparencia informativa es la que asegura a la sociedad la posesión de todos los elementos para sus múltiples decisiones.

Este aumento de credibilidad durante la pandemia fue evidente. Así lo demuestran el avance en los “niveles la confianza” que profesan las audiencias hacia los medios de prensa, que muestran diversos rankings nacionales e internacionales.

¿Cómo están conmemorando este importante aniversario?

Esta conmemoración la recibimos con una sólida unión y compromiso de los socios con nuestra organización gremial, la ANP. En cuanto a actividades, estamos desarrollando varias iniciativas, entre las que destaca una revista en la que recogemos nuestra historia, incluimos propuestas para enfrentar los nuevos desafíos y destacamos mensajes de autoridades -entre ellas la del presidente de la República Gabriel Boric- y otras personalidades nacionales y extranjeras, vinculadas al mundo de los medios de comunicación y del periodismo.

Juan Jaime Díaz, presidente de la ANP

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