Fundación San José para la Adopción – Formando familias de corazón
Por estos días, Fundación San José para la Adopción desarrolla una campaña para promover la adopción como alternativa frente a un embarazo no deseado o no planificado, desplegando la comunicación para llegar a mujeres en conflicto con su embarazo y hacerles saber que existe esta opción en un proceso legal amparado por la ley 19.620.
“Nosotros somos una opción de vida para esos niños, una opción para que puedan residir en familia, y nos catalogamos como una alternativa para las mujeres, por cierto validada por muchas de ellas. En 26 años, hemos atendido más de 5.500 mujeres, muchas de las cuales asumen su maternidad y otro porcentaje, más de 1.400, han decidido entregar a su hijo en adopción en un acto de amor valiente, libre y voluntario”, explica Vivianne Galaz, directora ejecutiva de la organización.
Fundación San José es una institución privada, sin fines de lucro y de derecho canónico, que aboga por la adopción como una forma más de hacer familia. Su misión se organiza a través del programa de adopción, que evalúa y prepara a las familias adoptivas y que considera también el programa de búsqueda de orígenes para jóvenes adoptados que desean conocer su historia; el área de cuidado de niños y niñas, que dispone de los hogares Casa Belén y Santa Bernardita y recibe a niños mediante resolución judicial por cesión o vulneración de derechos; el área de mujer embarazada, que atiende, acompaña y acoge a mujeres en conflicto con su embarazo; el Centro de Desarrollo y Proyectos y el programa de Familia de Acogida Temporal.
“Las mujeres que entregan a sus hijos en adopción son muy castigadas socialmente, son enjuiciadas, y por eso sacamos esta campaña, pensando en que llega marzo, se va a dar la discusión sobre el aborto libre, y queremos plantearnos como alternativa y que las mujeres nos conozcan”, afirma la directora de la fundación.
Experiencias de vida
El trabajo que desarrolla la fundación se ha hecho más complicado en el último año producto de las restricciones por la crisis sanitaria. Tradicionales campañas que recogen recursos, como “Bota por mi vida”, que recolecta papel de oficinas para reciclar, se vieron seriamente impactadas por el cierre de los lugares de trabajo.
“Ha sido un aprendizaje rápido y constante, porque obviamente las fundaciones no estamos preparadas, no solo para el trabajo a distancia, sino para aplicar tecnología y automatizar el funcionamiento de los proyectos y campañas. O uno se quedaba haciéndolo lentamente o se activaba preguntando y aprendiendo”, expresa Vivianne. Las redes sociales han sido un gran aliado, donde se difunde el trabajo de la fundación en un tono positivo que conecta con las emociones. “En lo que respecta al marketing digital, nuestra mayor apuesta siempre es validarnos desde las historias de los niños, de las familias, desde el aporte que hacemos que son las experiencias de vida de muchas familias, y con el objetivo de normalizar la adopción y derribar los mitos que la acompañan”, enfatiza Vivianne.
La institución recibe también donaciones -una de las cuales fue la realizada por ANDA y sus asociados- y aportes económicos que fueron muy importantes para seguir cumpliendo su labor en medio de esta situación. “Tenemos otras campañas que tampoco pudimos hacer, como nuestra cena anual y colecta, que se vieron perjudicadas, y tuvimos que reinventarnos como todo el mundo. Hicimos un evento muy lindo y familiar que llamamos “Una cuarentena mágica”, con más de 700 familias incorporadas. Después nos atrevimos, porque fue un aprendizaje, a tecnologizar la fundación, e hicimos la colecta online, que resultó muy bien con el apoyo de nuestros colaboradores, el Directorio, voluntarios, voluntariados corporativos y nuestras familias”, comenta.