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Fructífera apuesta empresarial por el país

Las características de terreno y clima de la zona sur de Chile favorecen el cultivo de la avellana, lo que lo ha llevado a convertirse en uno de los principales productores del mundo, de la mano de la inversión y confianza de Ferrero.

 

 

Hace más de 30 años, Ferrero comenzó a desarrollar mercados en el hemisferio sur para tener dos cosechas de avellanas al año, lo que proporciona una cosecha adicional de febrero a marzo, y otorgar estos frutos frescos para la fabricación de los productos entre septiembre y diciembre, que es el período más relevante para el negocio del chocolate en Europa y Norteamérica.

 

Nacida como empresa familiar en 1946 en la región de Piamonte, Italia, la historia de esta compañía productora de las marcas Nutella y Ferrero Rocher se ha venido entrelazando estrechamente con Chile, país que se ha convertido en un de los principales productores de avellanas del mundo gracias al apoyo e inversión que ha recibido de Ferrero.

 

Actualmente, el país es el cuarto productor a nivel mundial y, probablemente, pronto alcance las tres primeras posiciones en el mercado internacional de avellanas. “Esto se debe a que las características de terreno y clima son propicias para el cultivo. Las cosechas de los últimos años se han desarrollado muy bien en las zonas centro y sur de Chile, específicamente entre las regiones del Maule y Los Lagos. Al respecto, los últimos 30 años hemos sido testigos del crecimiento sostenible y responsable de la industria en las diferentes localidades donde estamos presentes, lo que nos enorgullece y nos motiva a seguir trabajando junto a agricultores y expertos”, dicen desde la empresa.

 

La compañía brinda apoyo a los agricultores que se han interesado por esta fruta, acompañándolos durante todo el proceso productivo.

 

Importantes inversiones

 

Ferrero llegó a Chile en 1991 a través de AgriChile, una de sus filiales agrícolas, con el fin de asegurar la producción y abastecimiento de las avellanas frescas durante todo el año. Sus ya mencionadas buenas condiciones han motivado una fuerte inversión que alcanza más de US$ 330 millones en Chile, empleando a casi 1.000 personas en la actualidad.

 

En la actualidad se construye una nueva planta ubicada en San Gregorio, la que debería iniciar operaciones durante la temporada de 2024, con el objetivo de impulsar la producción de avellanas y cubrir la demanda proyectada para los próximos años. En este contexto, el proyecto se alinea con el crecimiento sostenido en la producción y exportación de avellanas en Chile, permitiendo duplicar la producción actual.

 

 

La nueva planta tiene una inversión de US$ 75 millones y generará alrededor de más de 40 puestos de trabajo de forma permanente, mientras que en temporada alta podría llegar a 100. Esto representa un aumento del 10% de la fuerza laboral de AgriChile.

 

“Con esta nueva planta, que duplicará la capacidad de producción, Ferrero y su filial agrícola AgriChile reafirman su compromiso a largo plazo con el desarrollo continuo del sector en Chile”, enfatizan desde la empresa.

 

AgriChile posee plantas de limpieza y secado, a las que en 2015 se sumó la inauguración de la primera planta industrial de descascarado del país, ubicada en la comuna de Río Claro en la región del Maule.

 

Asimismo, AgriChile ha desarrollado un sistema de viveros propios, en una superficie de 50 hectáreas, donde se producen anualmente más de un millón de plantas, las que luego son entregadas en condiciones favorables a quienes deseen cultivar el avellano europeo. Este trabajo ha sido fundamental para el crecimiento de la industria, fomentando e impulsando el desarrollo de nuevos productores.

 

Para Ferrero, la cadena de valor de la avellana chilena representa hoy un claro ejemplo de prácticas agrícolas modernas y sostenibles, con gran nivel de mecanización, extraordinaria calidad y suministro confiable. “Todo ello ha sido posible gracias a un entorno económico e institucional sólido y robusto, apoyado en el compromiso de colaboración y diálogo de las autoridades locales, regionales y nacionales”, destacan.

 

Teniendo en cuenta todo lo anterior, Ferrero está muy conforme con todos los logros obtenidos en Chile, manifestándose “comprometidos en apoyar, desarrollar y ampliar el negocio de la avellana en el país, invirtiendo para el crecimiento sostenible a largo plazo de la cadena de valor de la avellana en el país”.

 

Buenos consumidores

 

En cuanto al mercado de consumo, Chile es un mercado muy importante para Ferrero no solo por su presencia agrícola, sino también como mercado para sus productos. En la categoría de dulces y chocolates, Chile ocupa el tercer puesto de la región en términos de consumo, solo detrás de Brasil y Argentina.

 

Por lo mismo, la empresa tiene grandes planes de desarrollo y crecimiento para el presente año, buscando ampliar el portafolio, lo que incluye el lanzamiento de nuevos productos para satisfacer al exigente consumidor chileno. “Esperamos poder seguir creciendo en términos de negocio, tanto agrícola como en las categorías de dulces y chocolates, en proporción con las expectativas de mercado para los próximos años. Asimismo, consideramos fundamental poder seguir estimulando el crecimiento y el valor de nuestras marcas en el mercado local, así como nuestra presencia agrícola y comercial”, concluyen.

 

 

 

 

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