Espacio de diálogo y herramientas para consolidar la Equidad de Género
Ser un espacio colaborativo para generar un Chile con más equidad de género es el objetivo de la Alianza por el Género de PROhumana, iniciativa que se estructura en torno a la mejora de la equidad de género a nivel general de las compañías, y en niveles de alta gerencia y directorios -donde se observan las mayores inequidades-; el fin de la brecha salarial entre hombres y mujeres; y el análisis del nivel de desarrollo de la equidad de género para todas las personas en la organización, convirtiéndola en un espacio de trabajo, desarrollo personalprofesional y atracción del talento inclusivo y diverso.
“Hace 23 años que desde PROhumana venimos trabajando para promover un Chile con más Desarrollo Humano Sustentable, poniendo foco en la equidad, ya que es la manera en que las sociedades pueden evolucionar sanas y con altos estándares de desarrollo integral. En nuestras Giras del Futuro PROhumana -visitando junto a un grupo de líderes empresariales países como Noruega, Dinamarca, Holanda, Finlandia, Inglaterra, Canadá- hemos aprendido cómo la confianza y el diálogo, junto con indicadores de gestión ambiciosos, son la base del desarrollo sustentable de estos países, sus empresas y personas; todas características que son los ejes principales de lo que la Alianza por el Género PROhumana propone a las organizaciones que son parte”, declara Soledad Teixidó, fundadora y presidenta ejecutiva de PROhumana.
La iniciativa cuenta a la fecha con más de 60 organizaciones, destacando sus más de 24 aliados estratégicos, entre los cuales está el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, la CPC, SONAMI, Red Pacto Global Chile, Mujeres Empresarias, ONU Mujeres, Blackrock, organismos gremiales y embajadas de países nórdicos y europeos que líderan estas temáticas a nivel global.
Asimismo, la alianza se compone de una red de más de 37 empresas adherentes interesadas en mejorar su gestión e indicadores en torno a equidad de género, las que reciben desde PROhumana asesoría en buenas prácticas y pueden optar, en forma voluntaria, a la aplicación del Índice de Equidad de Género de PROhumana (IEG), el cual ha sido aplicado anualmente a las compañias desde el año 2017. Además, son parte de una serie de encuentros de buenas prácticas, espacios exclusivos con aliados estratégicos y presentación de indicadores con líderes nacionales e internacionales expertos en la materia.
“El llamado que hacemos a las compañías es a que se unan a una alianza colaborativa que en co-creación busca aportar con la disminución de la inequidad de género que existe en el ámbito laboral en Chile y en la región. Es una invitación a observar, dialogar, reflexionar y actuar juntos/ as para en conjunto cambiar la cultura organizacional desde el propósito hasta la gestión misma de políticas y programas en torno a la promoción de la equidad de género. ¿Cómo? Siendo parte de encuentros en donde se comparten buenas prácticas sobre temas como flexibilidad laboral, corresponsabilidad, brecha salarial, lenguaje y comunicaciones inclusivas, etc. de las empresas miembros y también convocando a líderes de otras organizaciones expertas en cada temática; y aplicándose el Índice que te permite diagnosticar tu estado de situación y desde ahí generar planes de mejora continua”, detalla Teixidó.
La herramienta es una creación propia de PROhumana, la que toma como base el Modelo de Estrategia de Negocio Sustentable PROhumana, creado en el año 2005, alineándose además con los indicadores nacionales e internacionales más relevantes en la materia como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU; Australian Workplace Gender Equality Report; Principios para el Empoderamiento de las Mujeres de ONU Mujeres; Dow Jones Sustainability Index; Norma chilena 3262-2012 Igualdad de Género y Conciliación; entre otros.
“El IEG profundiza en cada una de las dimensiones, evaluando detalladamente aquellas temáticas que son débiles y claves en y para Chile, como la publicidad y marketing responsable, evitando la generación y replicación de estereotipos de género; la conciliación de la vida laboral y familiar/personal; la equidad en los beneficios entre hombres y mujeres; y canales comunicacionales internos y externos que comuniquen la estrategia y acciones en Equidad de Género, por ejemplo”, complementa la ejecutiva.
Evaluación para las empresas
Durante 2019, 22 empresas se sometieron al IEG, encontrándose que sólo 5 de ellas están abordando el tema de previsión y jubilación con una perspectiva de género, sensibilizando, formando y apoyando financieramente a las trabajadoras; y 4 de estas organizaciones están logrando una visión integral frente a la situaciones de discriminación y acoso laboral y/o sexual más allá de la legislación, internalizando una cultura organizacional de respeto y empatía. Mientras, el promedio general de IEG 2019 tiene una participación de mujeres en el directorio de un 14,2% en comparación con el promedio general de las empresas IPSA 2018, que tiene un 6,2%.
Ante esta realidad, Soledad Teixidó confirma que “hoy, más que nunca, las empresas deben considerar las temáticas de la diversidad y equidad de género como un eje estratégico en la gestión sustentable. Por una parte, porque los fondos de inversión más importantes del mundo no están invirtiendo en aquellas compañías que no se hacen cargo de esta inequidad de manera activa, clara y estratégica, y por otra, porque la sociedad requiere de diversidad, es diversa por definición, siendo perentorio el considerarla dentro de la generación de equipos y de cómo se estructura la estrategia de una compañía. Hoy las mujeres somos el 50% de la población, por lo que tanto hombres como mujeres deben participar de manera equitativa, no uno por sobre el otro, sino que en base a que somos personas más allá de nuestro género, por lo que las oportunidades que se den y los espacios en los que se participe sean por los méritos y no por el género. Así podremos contar con una real equidad social que nos convierta en una sociedad justa y sustentable, algo que sin duda hoy todos/ as requerimos, soñamos y anhelamos, y por la cual debemos trabajar en alianza desde el estado, la sociedad civil y las empresas que pueden ser relevantes impulsoras de transformaciones sociales por el potente impacto que tienen y pueden lograr”.