El Marketing en 2024: Responsabilidad, Conexión e Innovación
“Se nos apareció marzo”, una frase que se hizo popular a partir de la publicidad, y que apela a aquello de que el año, en realidad, empieza en el tercer mes, probablemente el más difícil en términos de gasto. Para 2024, el panorama del marketing se presenta con una amalgama de inquietudes, desafíos y oportunidades que demandan una reflexión profunda y una acción concertada. En un mundo marcado por la aceleración del cambio y la complejidad creciente, el marketing no solo enfrenta la necesidad de adaptarse, sino también la responsabilidad de liderar la transformación de manera ética y sostenible.
Entre los desafíos más apremiantes, destaca la utilización de la inteligencia artificial de manera responsable y ética. La IA, con su potencial disruptivo, nos ofrece oportunidades sin precedentes, pero también plantea interrogantes éticas fundamentales sobre los derechos de propiedad intelectual, la privacidad y el impacto social. Una vez más, la autorregulación emerge como un camino ineludible, acompañada por la exigencia de mantener un conocimiento actualizado de lo que va surgiendo, así como promover un diálogo interdisciplinario que garantice un desarrollo de la IA alineado con los valores humanos y los principios éticos.
Asimismo, el marketing debe continuar priorizando el establecimiento de conexiones emocionales y honestas entre las marcas y las personas. En un entorno saturado de mensajes, la autenticidad y la empatía emergen como valores clave para construir relaciones sólidas y duraderas con los consumidores-ciudadanos. La capacidad de comprender y responder a las necesidades emocionales y aspiracionales de las audiencias se convierte en un diferenciador competitivo invaluable en la era digital.
La transformación digital, otro imperativo ineludible, demanda una aceleración en el conocimiento y adopción de nuevas tecnologías y plataformas. Desde el marketing de contenidos hasta la analítica de datos, la capacidad de aprovechar las herramientas digitales de manera efectiva se erige como un pilar fundamental para la competitividad y la relevancia en el mercado actual.
A su vez, consolidar una cultura de protección y respeto por los datos personales es un requisito indispensable en un mundo interconectado y marcado por la creciente preocupación por la privacidad. Las empresas deben asumir la responsabilidad de salvaguardar la información confidencial de sus clientes y garantizar prácticas transparentes y éticas en el manejo de datos.
La sustentabilidad, por otro lado, se consolida como un punto importante en la agenda del marketing contemporáneo. En un contexto de crisis climática y conciencia ambiental creciente, las marcas tienen la oportunidad y el desafío de comunicar sus avances en la materia de manera honesta y con sólidas bases, de manera de no caer en greenwashing.
En medio de estos desafíos, el marketing actual presenta grandes oportunidades. Nunca antes habíamos tenido acceso a tantos datos e información sobre lo que quieren y necesitan las personas, audiencias y consumidores. Esta abundancia de información nos brinda la capacidad de conocer mejor a nuestros públicos objetivos, anticipar sus necesidades y ofrecer experiencias personalizadas y relevantes.
El marketing en el año 2024 se erige como un campo de acción dinámico y transformador que demanda una mirada holística y un compromiso firme con la responsabilidad, la conexión y la innovación. Es en la convergencia de la tecnología y la humanidad donde reside el mayor potencial del marketing para impulsar el progreso y la transformación en la sociedad.
Fernando Mora Aspe, presidente de ANDA
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