Avanzando hacia la inclusión universal
La empresa social SOFAN ayuda a las empresas a desarrollar comunicaciones y marketing digital accesibles, así como avanzar en la contratación de personas con discapacidad.
“La principal barrera para la inclusión social y laboral es la actitudinal”, dice Rodrigo Moreno, socio fundador de SOFAN.
En el mundo, mil millones de personas viven con algún tipo de discapacidad. En Chile, son más de 2.600.000 las personas adultas en esta situación, de las cuales un 61% están desempleadas y casi un 91% no tienen estudios superiores.
Es una realidad impactante que la empresa social SOFAN trabaja por cambiar. Rodrigo Moreno y Carolina Saavedra crearon SOFAN en 2020, motivados por ampliar la entrada al mundo laboral a los jóvenes de entre 18 y 29 años que tienen una discapacidad. Este grupo lo conforman en Chile más de 215.000 jóvenes, de los cuales el 52% no tiene trabajo.
Esta organización -en proceso de certificación como Empresa B- trabaja en dos líneas de acción: ofrecer servicios de comunicaciones, marketing digital y asesorías sobre inclusión y accesibilidad para empresas e instituciones públicas, y desarrollar programas de formación accesibles para personas con cualquier tipo de discapacidad, con el objetivo de aumentar sus perfiles de empleabilidad.
“Creamos la academia SOFAN, que funciona de manera online, gratuita y con accesibilidad para personas con discapacidad, como lengua de señas para personas sordas y plataformas accesibles para lectores de pantalla. Además, tenemos una agencia de comunicaciones y de medios, que trabaja en el área de realización audiovisual, principalmente, con estándares de accesibilidad para todas las personas”, explica Rodrigo Moreno, quien es socio fundador de SOFAN junto a Carolina Saavedra.
Ley de inclusión
En el país se ha ido desarrollando una legislación orientada a cerrar las brechas de inclusión respecto de la discapacidad en el ámbito laboral. La Ley 21.015 exige a las empresas con más de 100 trabajadores que un 1% de ellos sean personas con discapacidad. La legislación dispone de medidas de cumplimiento alternativo si no es posible cumplir con la cuota.
Moreno afirma que “hay una real conciencia en las empresas para poder cumplir y, más que eso, por ser empresas que se preocupan de que sus colaboradores y su cultura sea realmente inclusiva y accesible; hay una muy buena disposición”.
Aun así, de acuerdo a los últimos estudios, se estima que hay más de 11.000 empresas en el país que deberían destinar aproximadamente unos 59.000 puestos de trabajo para personas con discapacidad. Sin embargo, según las cifras de 2021, solo 5.000 empresas pudieron cumplir con la normativa, dando empleo a poco más de 22.000 personas.
“El desafío que tenemos como país, ya logradas en forma muy avanzada las etapas de protección social de instituciones como Teletón y muchas otras que trabajan en rehabilitación, es dar los siguientes pasos. Tenemos que pensar: ¿para qué se rehabilitan las personas, para quedarse en la casa, para no tener un trabajo? Tenemos que avanzar para lograr una inclusión laboral efectiva”, enfatiza.
Accesibilidad universal en las comunicaciones
El estándar por el que trabaja SOFAN es la accesibilidad universal, lo que implica que cualquier proyecto que se implemente en las empresas y organizaciones sea imaginado, creado e implementado para todas y todos.
Rodrigo Moreno explica que existen una serie de herramientas sencillas que se pueden aplicar en el ámbito de las comunicaciones para asegurar que el contenido sea accesible. Entre ellas están el audio descriptivo de videos e imágenes para personas ciegas, los lectores de pantalla, subtítulos y lengua de señas para personas con discapacidad auditiva; botones y comandos accesibles en teclados u otros dispositivos para personas con discapacidad motora, lenguaje simple y sencillo para personas con discapacidad intelectual leve.
“Son ajustes razonables que se pueden hacer. La principal barrera para la inclusión social y laboral es la actitudinal, en eso hay que trabajar mucho para poder dejar de lado nuestros prejuicios”.
Por ejemplo, el sitio web de una empresa es un espacio que puede ser universalmente accesible, haciendo ajustes de comandos y programación, si ya está activa, o implementándolos desde el inicio si es un sitio nuevo.
Esto es parte de los servicios que entrega SOFAN a sus clientes. “Nosotros nos encargamos de dejar herramientas instaladas, y esto lo hacemos a través de una excelente alianza que tenemos con Todo Accesible, empresa mexicana que está en el Sistema B”.
Gestión del cambio cultural
Moreno sostiene que el primer paso para lograr una verdadera inclusión de trabajadores con discapacidad es la concientización de su equipo directivo y trabajar sobre la cultura organizacional de la compañía.
“Hay que detectar cuáles son los dolores de las compañías, sus necesidades, y ahí vemos si requieren un diagnóstico en gestión de cambio cultural, accesibilidad digital, donde podemos recomendar empresas que trabajan en esto; en segundo lugar, desarrollar o actualizar las políticas de inclusión y diversidad, y tercer lugar comunicarlo internamente, para que esta estrategia sea parte de la cultura de la organización, y externamente”, explica.
En la primera etapa de trabajo con una empresa, SOFAN entrega un informe de diagnóstico organizacional y accesibilidad y un catálogo de puestos de trabajo analizados para empleados con discapacidad.
Posteriormente se desarrolla un decálogo de políticas inclusivas, se crea o consolidad una comisión de diversidad e inclusión y se configura un sistema para la medición de resultados.
Por último, se genera un manual de uso y estilo accesible en el ámbito de las comunicaciones internas y externas, y se definen contenidos para una campaña de comunicación interna.
Programa SOFIA
El área de inclusión laboral se trabaja a través del Programa SOFIA para la formación y gestión de inclusión laboral de jóvenes con discapacidad.
En diciembre de 2020, la Fundación MC seleccionó a SOFAN entre los 6 proyectos ganadores del Fondo Convoca Chile. El 2021 funcionó la etapa piloto del Programa SOFIA, capacitando a 30 jóvenes y logrando que un 65% de ellos encontraran trabajo. Este año, los participantes del programa son 90.
“Es importante que las y los líderes de las empresas se involucren en esto. Y en la comunidad genera mucha empatía, la gente, usuarios, consumidores lo valoran mucho y es necesario en nuestra sociedad que demanda mayor inclusión y diversidad. Está demostrado que esto aumenta la productividad en las empresas, es decir, es solo beneficios”, enfatiza Moreno.
Por último, destaca que la inclusión tiene un impacto en los colaboradores, quienes valoran que su empresa se haga cargo de facilitar el ejercicio del derecho de las personas con discapacidad a gozar de autonomía plena y generar las condiciones para la vida independiente. “Tener un trabajo digno y acceder a un sueldo permite mayor autonomía, autoestima, ser independiente, que es lo que todos queremos. Saber cuál es el aporte que hace mi compañía al mundo y a la sociedad, es de un valor incalculable”.