Junto a Ashoka y Travesía 100, MetLife Chile lideró un estudio ejecutado por Criteria, que revela las percepciones, oportunidades y desafíos que enfrentan las personas de más de 50 años a la hora de participar en el mercado laboral. La empresa está comprometida con la inclusión y la sostenibilidad social. 

    Alejandro Battocchio, Gerente de Marketing

En la actualidad, el propósito de las empresas es un motor de impacto positivo en la sociedad. Un área relevante dentro de este enfoque es la inclusión laboral de las personas mayores, un segmento cada vez más crítico en sociedades longevas. Incorporar a este grupo en la fuerza laboral no solo responde a un imperativo ético, sino que también potencia la diversidad, fomenta la transferencia de conocimientos y fortalece el tejido social. Las marcas que lideran esta transformación demuestran que el propósito y la rentabilidad pueden coexistir, generando valor para todos los stakeholders mientras promueven una economía más equitativa e inclusiva. 

Comprender las dificultades que enfrentan las personas mayores de 50 años para insertarse laboralmente en un contexto en el que la esperanza de vida ha aumentado y la tasa de natalidad ha disminuido fue la principal motivación de MetLife Chile para participar en el estudio “Nueva empleabilidad” en conjunto con Ashoka, Travesía 100 y el centro de investigación Criteria. 

El estudio busca visibilizar aquellas barreras y oportunidades que atraviesan las personas de ese segmento a la hora de buscar trabajo. “Desde MetLife buscamos visibilizar esta problemática en nuestro país, donde las personas mayores enfrentan barreras significativas para acceder a empleos remunerados y dependientes, a pesar de su deseo por seguir activos y contribuir a la economía”, explica Alejandro Battocchio, gerente de Marketing de MetLife.  

“Buscamos promover la inclusión y la sostenibilidad social -agrega el ejecutivo-, generando aportes que fomenten un mercado laboral más inclusivo y equitativo”. 

Oportunidades para las personas mayores 

MetLife Chile ha fortalecido su compromiso con la inclusión de personas mayores mediante un robusto plan estratégico de sostenibilidad, el cual incluye una serie de iniciativas que no solo apoyan la empleabilidad de este grupo, sino que también promueven su bienestar integral, salud financiera y previsional.  

Estas acciones se han enfocado en brindar oportunidades para que las personas mayores continúen activas, tanto a nivel interno como externo, respaldadas por tecnologías accesibles y una narrativa que aborda la vejez como una etapa de empoderamiento y crecimiento. Battocchio detalla que ejemplos de ello son los diferentes estudios que ha liderado la empresa, tales como “Nueva Longevidad”. A eso se le suma la organización de conversatorios como “Una nueva mirada hacia la longevidad” y eventos como “La Revolución de los Mayores”. 

“Internamente, hemos lanzado una Red de Talento Silver, que busca sensibilizar a toda la compañía con respecto a esta nueva fuerza laboral que estaremos potenciando estos próximos años, por lo que nos hemos puesto una meta para trabajar en una cultura que incluya a las personas mayores en la fuerza laboral de MetLife Chile”, explica.  

Este año, además, la compañía fue reconocida con el Sello Mayor, un premio que destaca a las empresas que implementan políticas inclusivas hacia las personas mayores, tanto en sus prácticas laborales como en la atención a clientes. Battocchio expresa que “este galardón es un reflejo del compromiso continuo de nuestra compañía por crear un entorno laboral más inclusivo, donde las personas mayores son valoradas por su experiencia y contribución”. 

Fuerza laboral sobre los 50 años 

En Chile la población entre 50 y 80 años representa el 27% de la población. De ellos, el 53% son mujeres y el 47% hombres. El 5,5% de ellos está bajo la línea de pobreza. Son entonces 5.167.794 personas entre 50 y 79 años, sobre la línea de pobreza, grupo que fue considerado en la investigación liderada por MetLife. 

El reporte revela que la mitad de los mayores de 50 años se encuentran laboralmente activos, principalmente a través de trabajos dependientes. En tanto, un 3% está actualmente en una búsqueda activa de empleo, mientras que un 9% está desempleado. 

Por otra parte, dentro de los mayores de 50 años que trabajan, un 34% lo hace de manera independiente. De ellos, el 76% considera difícil o muy difícil encontrar un empleo que sea dependiente y remunerado. 

Respecto a la situación financiera de este segmento, el 79% de quienes trabajan reconocen que lo hacen por necesidad económica, y el 60% de quienes no lo hacen, aseguran estar interesados en buscar empleo por la misma razón.  

En este sentido, la variabilidad de los ingresos es el principal obstáculo, sobre todo para los que son independientes. Los participantes del estudio aseguran que se les dificulta organizar y proyectar el presupuesto y, en ocasiones, incluso solventar gastos básicos, especialmente cuando hay poco trabajo, lo que les genera estrés y preocupación. 

En relación a las razones para buscar un empleo, el 53% de los encuestados considera el “mantenerse activo” como la principal razón para trabajar. Además, la mayoría de los encuestados considera que las personas que trabajan son más valoradas que las que no lo hacen. 

Marco Silva, socio de Criteria, explica que “dentro del estudio evidenciamos que los mayores de 50 años se sienten activos y desean adquirir nuevos desafíos y oportunidades. Saben que tienen mucho que aportar, especialmente en el mundo laboral. Además, conocen de cerca sus virtudes y dolores en el ámbito laboral, elementos que se reflejan en sus principales expectativas a la hora de buscar trabajo”. 

Entre los rubros y tipos de trabajos que tienen más espacio para contratar personas mayores de 50 años se encuentra: transporte, logística, educación, aseo, salud y ventas. Por otra parte, los menos proclives a emplear a este segmento son las áreas de administración, operarios, retail y estética, minería y capacitación. 

Mitos y realidades 

Las cifras del informe señalan que un 75% de las personas mayores de 50 años considera que su nivel tecnológico es intermedio o mayor, pudiendo manejar sin dificultades herramientas de Office, hacer búsquedas avanzadas en internet o resolver problemas sencillos. Además, un 20% considera que su nivel es avanzado o experto, pudiendo utilizar softwares de alguna especialidad.  

Silva afirma que “las personas mayores declaran que tienen una buena relación con generaciones más jóvenes en sus trabajos, donde logran una buena convivencia en términos de comunicación y colaboración. Por otro lado, piensan que los empleadores tendrían una buena evaluación de sus habilidades blandas respecto a otras generaciones, principalmente en temas de manejo de conflictos y habilidades comunicativas”. 

El reporte consideró una investigación cualitativa y otra cuantitativa en la que se encuestaron a alrededor de mil personas a lo largo de todo Chile. Entre los participantes se encuentran hombres y mujeres de 50 años o más, con experiencia reciente en la búsqueda de trabajo o interés en emplearse, ejecutivos de consultoras de reclutamiento y gerentes de personas en empresas de distintos tamaños y rubros. 

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