Negocios honestos: ¿Por qué camino vamos?
Recuerdo aquellos días de mi infancia cuando iba al “negocio” del barrio de mis abuelos, en búsqueda de mi premio de almuerzo: un helado. Solía ir junto a mi Tata Mario, un hombre honesto y gran ciudadano, con quien conversaba de lo bien que me había portado en la mesa. Uno de aquellos días, mi Tata me dio la oportunidad de pagar con su dinero y recibir el vuelto...