¿Has escuchado hablar de los NFT? El año 2021 se vivió una explosión de este tipo de activos y el mundo empezó a leer noticias sobre ventas récords de NFT, también conocidos como tokens no fungibles o artículos de colección digitales.

El 11 de marzo del año pasado, el artista digital Beeple vendió su obra (digital, por supuesto) Everydays: The first 5000 days en nada menos que 58 millones de euros a través de la casa de subastas Christie´s. Esa obra es un NFT.

Pero vamos por partes, ¿qué son los NFT? Para explicarlo primero debemos saber que existen bienes fungibles y bienes no fungibles. Los primeros son aquellos que pueden intercambiarse y tienen un valor en función de su número, medida o peso. Por ejemplo, el dinero, puesto que un billete se puede intercambiar por otro del mismo valor y, además, el billete se consume cuando lo usas.

En cambio, los bienes no fungibles no son intercambiables, son insustituibles, como las obras de arte, y no se consumen con su uso. Los NFT son token no fungibles. ¿Y qué es token? Es un activo digital que corresponde a una representación.

En resumen, un NFT es un activo digital que representa objetos del mundo real como arte, música, elementos de juegos y videos. Se compran y venden en línea, frecuentemente con criptomonedas.

Son no fungibles porque cada uno tiene una firma digital que hace imposible que los NFT se intercambien o sean iguales entre sí. Al igual que una obra de arte, los NFT son activos únicos que no se pueden modificar ni intercambiar por otro que tenga el mismo valor, ya que no hay dos NFT que sean equivalentes, de la misma manera que no hay dos piezas de arte que lo sean.

Cómo funcionan los NFT

Los NFT funcionan a través de la tecnología blockchain o cadena de bloques. Es la misma tecnología de las criptomonedas, que funcionan mediante una red de servidores descentralizada, con bloques o nodos enlazados y asegurados usando criptografía. Cada bloque enlaza a un bloque previo, así como una fecha y datos de transacciones, son resistentes a la modificación de datos y permiten la trazabilidad completa.

A los NFT se les asigna una especie de certificado digital de autenticidad, una serie de metadatos que no se pueden modificar. En estos metadatos se garantiza su autenticidad, se registra el valor de partida y todas las adquisiciones o transacciones que se hayan hecho, y también a su autor. Esto quiere decir que, si compras un contenido digital tokenizado con NFT, siempre habrá constancia del primer valor que tenía, y por cuánto lo has comprado.

Pero, ¿por qué son atractivos los NFT? Quienes los compran apuestan a que su valor subirá con el tiempo y podrán salir ganando, es decir, los usan como inversión.

Ahora bien, hay quienes creen que los NFT llegaron para quedarse y quienes piensan que es una burbuja que va a explotar más temprano que tarde. El año pasado, la compra y venta de NFT generó más volumen de dinero que las obras de arte convencionales; sin embargo, hay indicios que apuntan a que la fiebre de los artículos de colección digitales ha tocado techo. Las ventas de NFT se han desplomado en OpenSea, la principal plataforma de compra y venta de estos activos.

En este punto, habría que agregar que los NFTs tienen muchas más aplicaciones que una colección digital, y aquellos como token vinculado a cualquier activo real, como una vivienda o una obra de arte física, seguirán aumentando de forma progresiva.

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