¿Por qué se debe fomentar la educación superior a distancia?

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Las instituciones de educación superior están enfrentando rápidos cambios en las dinámicas de los mercados, dentro de los cuales se pueden mencionar las exigencias de estándares de excelencia y eficiencia, lo cual se ha manifestado en sectores de educación superior altamente competitivos, con enfoques orientados al emprendimiento.

Esta situación se acrecentó con la pandemia del Covid-19 y que ha obligado a la educación superior a experimentar -a nivel mundial- un proceso de construcción y reconstrucción. Es en este escenario, que las universidades tienen la problemática de servir a una población cada vez mayor de estudiantes, más diversificada social y culturalmente. Esto genera la necesidad en las instituciones de educación superior de reexaminar sus estructuras, modelos de gestión, y estrategias y procesos; y de adoptar formas competitivas que permitan diferenciar sus ofertas, basándolas en niveles superiores de calidad y también en aspectos vinculados a la responsabilidad social.

Dado esto, las universidades pueden diferenciarse de sus competidores, seguir siendo competitivas y responder a los cambios del entorno y a las tendencias del sector de educación superior, a través de modalidades no convencionales de educación (educación a distancia), las cuales representan oportunidades de prosperidad económica y de una mayor equidad, expectativas de movilidad y progreso social, y de disminución en las distancias de distribución de los ingresos.

Estas instituciones permiten que grupos diferentes de estudiantes puedan acceder al sistema de educación superior, por cuanto los factores de espacio, tiempo y ocupación de los participantes no condicionan el proceso de enseñanza-aprendizaje. Además, estas alternativas educativas amplían las perspectivas de la propia universidad en cuanto a su modelo educativo, oferta académica y generación de recursos, gracias a los desarrollos educacionales derivados de los nuevos usos de las redes sociales, todo lo cual deriva en la denominada “sociedad de la infoxicación”.

Sin embargo, a pesar de estas realidades y proyecciones tan positivas, la educación a distancia ha recibido críticas, tales como aquellas que hacen referencia a un menor grado de calidad académica, que el aprendizaje recae en la responsabilidad de los estudiantes y que existen problemas con la interacción. Asimismo, se argumenta que la educación en formato no tradicional presenta altos niveles de deserción estudiantil, dificultades para controlar la procrastinación de los estudiantes, limitaciones técnicas en los programas y sistemas utilizados, que los materiales necesarios para realizar su seguimiento tienen un alto costo y que las plataformas son usadas únicamente como salas de reprografía.

Pero ¿por qué a pesar de estas críticas es necesario fomentar la educación superior a distancia? Los países necesitan generar las condiciones que favorezcan la mejora de los procesos productivos y que fomenten el desarrollo sostenible y la mejora en el bienestar de las personas.

En este contexto, la educación a distancia se presenta como una nueva modalidad de enseñanza que está en línea con la llegada y rápida difusión de las tecnologías de la información y la comunicación, que permite acercarse a una población estudiantil más

heterogénea, formar profesionalmente a un mayor número de personas, y con esto mejorar los indicadores de competitividad a nivel país.

Y es así porque esta modalidad de enseñanza hace más accesible el ingreso de las personas a la educación superior, y al mismo tiempo potencia cuestiones como la flexibilidad, comodidad, actualidad y personalización, con lo cual eleva su atractivo para los estudiantes y fomenta la eficiencia de los sistemas de aprendizaje, dando como resultado un mayor rendimiento académico.

Por Luis Araya Castillo. Decano, Facultad de Ingeniería y Empresa, Universidad Católica Silva Henríquez (UCSH); PhD in Management Sciences, ESADE Business School; Doctor en Ciencias de la Gestión, Universidad Ramon Llull; Doctor en Empresa, Universidad de Barcelona

Luis Araya Castillo

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