Nueva ley y comisiones de Ciberseguridad indican que Chile avanza en esta industria a pasos agigantados
El país había tenido un proceso lento en términos de acciones estratégicas en materia de ciberseguridad que permitieran adaptar procesos reales de actualización en cuanto a sus líneas de defensa y políticas de protección, con estas nuevas regulaciones, la promesa de mejoras se vuelven una realidad prometedora
Expertos de Palo Alto Networks, empresa global líder en ciberseguridad y soluciones tecnológicas, han visto un importante avance en el diagnóstico nacional. Y esto se debe al positivo cierre de año 2023, con la aprobación de una nueva Política Nacional de Ciberseguridad, elaboración de comisiones dedicadas, junto a el foco del sector privado a una mejoría en sus propuesta internas, lo que da claros avances de un cambio paradigmático en el que tanto el sector privado como el estatal discutirán esta industria como protagonista.
Proyectos como el que recientemente hizo Chile, y que se deroga la ley que tenía cerca de 20 años sin modificar, y sumado a que se encuentre en tiempo récord actualmente sus decretos en vigencia (Ley 21.459 de Delito Informáticos Informáticos y Ciberseguridad), proponen aumentos en los alcances para prevenir y manejar delitos informáticos, así como también, las potenciales nuevas regulaciones para las nuevas tecnologías y generación de entidades específicas a la altura de la realidad global y local.
Las nuevas comisiones de delitos que el proyecto crea, tales como la Agencia Nacional de Ciberseguridad, el Consejo Multisectorial sobre Ciberseguridad, CSIRT Nacional y el CSIRT de la Defensa Nacional, dejando la puerta abierta a que se generen más conforme avance la marcha y se analicen carencias. Vienen desde ya a proteger, y analizar el fraude, el sabotaje informático, la inserción de datos falsos y la revelación de información registrada en un banco de datos personales, entre otros señalamientos. Mauricio Ramírez, Country Manager de Chile para Palo Alto Networks comenta, “Nos parece una excelente y positiva nueva era, este tipo de hitos marcará sin lugar a dudas, el entorno corporativo y sector público, permitiendo que se mejoren problemáticas que son completamente prevenibles. Este podría ser el inicio de un Chile más seguro en esta materia, e incluso impulsar la inversión en términos de desarrollo económico para el sector tecnológico”.
La adopción de una digitalización del mercado empresarial y los organismo estatales de forma absoluta, incentivando el aumento y dependencia digital, por lo que, apuntan a la necesidad inmediata de adaptación e innovación por parte de los sectores que pretenden consolidarse de la forma correcta en este ámbito, en otras palabras, de forma segura y acorde a las necesidades actuales. Son el foco central de este tipo de nuevas leyes y comisiones reguladoras. “No sólo esto viene a cambiar la forma en que se analiza y requiere a todos los principales actores nacionales que pongan más énfasis en ciberseguridad, esto permite que puedan actuar de manera más ágil, y vayan evolucionando con eficacia, al comprometerse con cumplir a los nuevos marcos exigidos, porque también, esto conlleva que se tengan que cumplir con inversiones, puesto que, sólo así podrán estar al día con las regulaciones a nivel nacional. Algo que puede no ser una primera necesidad para todos, aunque, no obstante, son las necesidades mínimas acorde a los parámetros de los mejores estándares mundiales que este tipo de industria necesita”, manifiesta Ramírez.
Los cambios que cierran el año anterior, dejan una clara demostración que la era de transformación digital está llegando a un punto de cierre, lo cual está permitiendo derivar el protagonismo que se estaba dedicando a otras áreas que articulan los sistemas de software y hardware de cada organización. Incluso, se está poniendo en la mira actualizar mecánicas que se encuentran obsoletas en términos de ciberseguridad, con fuerte énfasis en los estándares de ciberseguridad internacional. Si a eso sumamos, la creciente complejidad, profesionalidad, constancia de los incidentes y modelos operativos de los ciberdelincuentes, se hace necesario incorporar esto como las nuevas buenas prácticas a la agenda de los gobiernos, y las gerencias corporativas.
Las demandas actuales se están dirigiendo en regular las nuevas tecnologías, prevenir fraudes, hackers, secuestro de datos tipo ransomware, y disminuir entre muchas otras, las brechas de seguridad. Mauricio comenta, “Este tipo de nuevas leyes, y comisiones son la base para que podamos por fin, pensar en la prevención a futuro y la detección, en tiempo real. No es posible que se siga con una mirada en el pasado, creemos firmemente que la ciberseguridad es una de las fuerzas del futuro y nuestra misión es que se aplique en nuestro país con la mayor profundidad para que los ataques se prevengan y con mayor rigor, disminuyan. No debemos normalizar que sigan aumentando”.