Con más frecuencia de la que quisiéramos, conocemos casos de compañías atacadas por ciberdelincuentes que vulneran sus sistemas informáticos. De ahí que la seguridad informática debe ser una prioridad para las compañías. Dentro de esta área, surge el concepto de hackeo ético, que te explicaremos en este artículo.

Buscar vulnerabilidades en el sistema

El hackeo ético, también conocido como “prueba de penetración” o “pentesting”, es una práctica en la que profesionales de seguridad informática buscan vulnerabilidades en sistemas de información, aplicaciones, redes y otros sistemas tecnológicos.

Esto con el objetivo de identificar y corregir posibles debilidades que puedan ser explotadas por personas malintencionadas.

A diferencia de los hackers malintencionados, los hackers éticos utilizan sus habilidades y conocimientos en seguridad informática de manera legal y ética. Esto significa que trabajan con la autorización del propietario del sistema o la empresa que desea proteger sus activos digitales.

Los hackers éticos realizan pruebas de penetración para identificar posibles vulnerabilidades y reportarlas a la organización. De esta manera, pueden ser corregidas antes de que permitan la intrusión de ciberdelincuentes.

El objetivo principal del hackeo ético es mejorar la seguridad informática de una empresa o una organización, y protegerla de posibles ataques cibernéticos.

Sin embargo, es importante destacar que el hackeo ético debe ser realizado con el consentimiento previo del propietario del sistema y bajo un marco ético y legalmente establecido.

Por qué es importante que una empresa dedique esfuerzos al hackeo ético

Las empresas que no realizan pruebas de penetración o no invierten en seguridad informática, están en mayor riesgo de sufrir ataques cibernéticos que pueden afectar su información, sus operaciones y su reputación.

Al realizar estas pruebas, detectan dónde hay fallas y pueden por tanto corregirlas. Se trata de prevenir mejor que lamentar perjuicios que pueden llegar a ser muy importantes.

Además, muchas leyes y regulaciones exigen que las empresas protejan adecuadamente sus activos digitales y la información confidencial de sus clientes.

Las pruebas de penetración ayudan a las empresas a cumplir con estas obligaciones legales y normativas, y a evitar posibles sanciones, pues encuentran brechas de seguridad de los datos y la información.

Asimismo, el hackeo ético permite ahorrar costos a largo plazo, al identificar y corregir fallas de seguridad antes de que un ataque signifique costosos daños a la reputación de la empresa, pérdida de datos y otros perjuicios asociados con los ataques cibernéticos.

Por último, al mostrar que se toman en serio la seguridad informática, las empresas pueden mejorar su reputación y la confianza de sus clientes, lo que puede ayudar a atraer y retener clientes y socios comerciales.

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