Día del Trabajador: persiste el bajo nivel de satisfacción laboral entre los chilenos, con un 35% de personas que espera conseguir o cambiar de empleo en 2024
En la antesala de la conmemoración del Día del Trabajador, la investigación que es parte del informe Chile3D y que consultó a 5.400 personas de todo Chile, da cuenta de que la población chilena no ha logrado superar el impacto en el trabajo del estallido social y el primer periodo de la Pandemia, llegando hoy a un 33% de satisfacción, lejos del 60% de 2019.
En el Día del Trabajador, el estudio Chile3D de NIQ-GfK entrega reveladores datos respecto de la sensación que tienen los trabajadores chilenos respecto de su situación laboral, dejando en evidencia que aún persiste una importante baja en la satisfacción laboral, un índice que no ha logrado repuntar desde su desplome tras el estallido social (2019) y el primer periodo de la Pandemia.
Del total de consultados, solo un 33% se mostró actualmente satisfecho con el tipo de trabajo que desempeña, lejos del 60% que imperaba en 2019, cuando comenzó la caída estrepitosa de este indicador. Este pesimismo también se ve reflejado ante la consulta sobre el desarrollo profesional, donde también hay un 33% de satisfacción, índice que si bien es bajo, al menos representa una leve alza respecto de 2022 (27%), pero distante del 58% de 2019.
Dado este panorama, el estudio indica que el aspecto laboral será el principal punto de cambio y atención que proyectan los chilenos para 2024, por sobre la compra de una casa, un auto o un viaje, de hecho, un 35% de las personas contempla conseguir o cambiar de trabajo.
Esta baja satisfacción se hace más prevalente en mujeres, con un 29% de conformidad con el trabajo que realiza (hombres: 37%), con su desarrollo profesional (29%) y su nivel de ingreso (11%) e impacta con mayor fuerza en grupos socioeconómicos más bajos (D/E – 19%) y grupos etarios jóvenes, donde la Generación Z presenta solo un 17% de satisfacción con su trabajo y los Millennials sólo un 24% en torno a su desarrollo laboral.
Esto explica que un 24% de chilenos y chilenas declare tener algún emprendimiento o trabajo independiente, pero solo un 38% de ellos cree que en Chile existen las herramientas para emprender.
El emprendimiento es percibido por los chilenos como una forma de generar un ingreso extra (51%) y porque permite flexibilizar los tiempos para compatibilizar con otras actividades (32%), pero un 68% reconoce que el ingreso de su emprendimiento representa un aporte monetario menor para el hogar respecto del sueldo fijo y un 6% detalla que este emprendimiento es su única fuente de ingreso.
“Durante los últimos años no hemos logrado revertir el fuerte impacto en la satisfacción laboral luego del estallido social y la pandemia, manteniéndonos en el espiral de desencanto, especialmente en los segmentos que históricamente se han visto más desfavorecidos: mujeres y grupos de menores ingresos. Con cuidado también se debe mirar lo que ocurre con los Millennials, ya que según su ciclo de vida deberían estar en el ‘despegue’ de sus carreras, sin embargo, no todo se ve muy positivo, siendo quienes más insatisfacción sienten con su desarrollo profesional.”, comentó Sebastián Medina, Research Manager Consumer Marketing Insight en NIQ-GfK Chile
“En general, se tiende a romantizar en emprendimiento -añade Sebastián Medina-, con una mirada que no refleja realmente la realidad que está por detrás. El emprendimiento surge hoy desde la necesidad, que principalmente es económica, para aportar al hogar y así lograr llegar a fin de mes, situación que se ha tornado difícil en el último tiempo. Cuando se muestran emprendedores, las imágenes se ven mucho más profesionales o establecidos de lo que realmente son, cuando la mayoría en realidad no presenta ingresos altos, dedicándose a ventas más pequeñas en redes sociales o directo por WhatsApp, muy similar a lo que nos imaginamos como el llamado ‘matuteo’”.