Crecer con propósito
El marketing enfrenta hoy un escenario muy desafiante, donde no solo están cambiando las herramientas para comunicar, sino que también las demandas continuas de las personas por interacciones únicas con las marcas.
En este constante desafío, las empresas suelen creer que le marketing se trata solo de crecimiento, sobre todo en las startups, donde crecer es necesario muchas veces para la supervivencia, sobre todo en las etapas iniciales. Sin embargo, aunque el crecimiento es importante, no se puede dejar de lado otros aspectos clave: el marketing de marca y el de producto.
El marketing de crecimiento es la forma de llegar a los clientes para adquirirlos y retenerlos. Se trata de una estrategia personalizada con acciones como el marketing de pago, los contenidos generados por los usuarios o las referencias de boca en boca y acciones de retención como correos electrónicos con contenido personalizado, que ayudan a los clientes a darse cuenta del valor del producto.
El marketing de marca va más allá y es fundamental porque se centra en el propósito. Se trata de cómo la empresa comparte la historia y base de su existencia, potenciando un intercambio emocional con las personas. Un aspecto fundamental al considerar que las personas esperan hoy que las marcas vayan mucho más allá de vender productos y servicios. El propósito debe estar vivo en cada interacción de la marca con sus consumidores.
El marketing de producto se trata de ayudar a las personas a entender el valor que hay detrás de cada producto, en qué se diferencia de su competencia y por qué la persona debería optar por este producto. El marketing de producto será más eficaz si el marketing de crecimiento se dirige al público adecuado en los canales correctos. Esto es aún más importante para los modelos de negocio complejos, como los marketplaces, que atienden a múltiples audiencias a la vez.
El gran desafío de hoy es adoptar una estrategia que adopte estas tres áreas del marketing de forma integral. Mientras los resultados del marketing de crecimiento pueden medirse rápidamente, el marketing de producto y de marca puede tardar meses en desarrollarse, y el impacto puede verse en varios años. Sin embargo, las marcas deben mirar a largo plazo, ya que esta es la única forma de mantenerse en un mercado cada vez más competitivo.
Los ciclos de planificación anual o trimestral de la empresa son momentos naturales para ampliar y reevaluar la estrategia de marketing en su conjunto. Visualizar estas tres áreas del marketing permitirá a las marcas alinear la estrategia de la empresa y la de marketing, con una visión a largo plazo.