Estamos en la era de la información, y los datos son uno de los mayores activos de las empresas. Sin embargo, por más datos que tengamos, no servirán de nada si no se trabajan e interpretan para convertirlos en información que permita tomar buenas decisiones.

Una barrera para hacerlo es que el volumen de datos que puede recoger cualquier compañía es tan grande, que es imposible gestionar este activo sin la ayuda de la tecnología.

Afortunadamente, existen sistemas de visualización de datos que son imprescindibles para sacar adelante la tarea.

En el mundo del Big Data, las herramientas y tecnologías que nos permiten la creación de gráficos son fundamentales para analizar grandes cantidades de información, extraer conclusiones y tomar decisiones en base a cifras.

Tipos de visualización de datos

Existen muchas técnicas de análisis y aproximaciones según la naturaleza del dato, pero se pueden establecer tres tipos de visualizaciones gráficas:

Elementos básicos de representación de datos: por ejemplo, un gráfico, un mapa, un KPI, tablas de datos, etc.

Cuadro de mando: se trata de una composición compleja de visualizaciones individuales que guardan una coherencia y una relación temática entre ellas. Son ampliamente utilizados en las organizaciones para análisis de conjuntos de variables y toma de decisiones.

Infografías: es una composición gráfica que explica, por lo general, procesos o sistemas complejos de una manera más esquemática y fácil de comprender. Están más enfocadas a la construcción de narrativas a partir de los datos.

Proceso de análisis y visualización de datos

Obtención de los datos

Para trabajar y analizar los datos que se van obteniendo, muchas compañías utilizan Google Analytics. Esta herramienta ofrece un overview de todo lo que ocurre en torno a una web.

Entre los datos que entrega y que son más interesantes para las empresas se encuentran el tráfico web, tasa de rebote, duración de la sesión, cantidad de nuevos usuarios, origen del tráfico y otros.

Organización de los datos 

Una vez obtenidos los datos, es interesante agruparlos en un mismo documento (Excel, por ejemplo) para así llevar un registro completo de la evolución de los indicadores mencionados anteriormente, así como tener una base de datos actualizada con toda la información relevante.

Elaboración de un informe

Ahora que disponemos de todos los “números” necesarios, hay que sacar conclusiones y presentarlos de una forma visual atractiva y comprensible.

En este punto, es útil seguir estas recomendaciones:

• Utilizar gráficos adecuados a lo que se quiere comunicar
• Destacar la información más importante
• Centrarse en sacar conclusiones
• Establecer pautas de mejora en cada una de las métricas
• Mostrar lo positivo y lo negativo
• Reunir a las partes implicadas en la mejora del proceso
• Hacer cuadros comparativos y detectar tendencias

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