Esta es una interrogante frecuente que se hacen miles de personas a la hora de intentar descifrar cómo generar contenido de valor, con ideas novedosas. La respuesta no es única y secreta, pero sí se puede partir de tres pilares que hay que considerar siempre.

Por un lado, descifrar cuáles son los hábitos de lectura de tus buyer personas. Así podrás descubrir sobre qué se informan habitualmente, sus puntos fuertes y sus debilidades, y otros aspectos que analizaremos más adelante. Valorar qué está haciendo la competencia es fundamental para contar con una base de información sólida y, desde allí, partir en la creación de buenas ideas de contenido.

El pilar restante es de suma relevancia. Por un lado, la optimización para motores de búsqueda, el SEO, es primordial. En ese sentido, hay que ser honesto con uno mismo y determinar cuáles son los esfuerzos que se están realizando y aprender de ellos.

Descifrar los hábitos de lectura

Para dilucidar esto como corresponde, tienes que posicionarte en la situación de los usuarios, empatizando con ellos. Es decir, qué es lo que leen en la web y por qué; sobre qué se informan y, más precisamente, en qué sitio web o blog lo hacen. ¿Son visitas esporádicas o forman un hábito de lectura? Si quieres obtener esta clase de información, hay que bajar a un terreno de pares y entrevistar a tus clientes predilectos.

A través de un correo electrónico, o por teléfono para generar cercanía, -siempre y cuando el cliente esté dispuesto-, son formas sencillas y efectivas de saber cuáles son esos hábitos de lectura que necesitas. Y, también, esperar respuestas honestas, sobre qué les gusta y qué no a propósito de tu contenido.

Para discernir cuáles son los contactos que están más interesados en tus propuestas, puedes hacerlo a través de los registros de contactos. En esa instancia, incorporar una lista inteligente que pueda identificar ciertos rasgos y características es importante, ya que podrás identificar:

• Los contactos que visitaron y consumieron tu contenido, sobre todo en los artículos más populares.
• Los contactos que visitaron y consumieron un número específico del contenido de tu sitio web, con un número importante de visitas.

Una vez que estos dos grupos se encuentren identificados, sabrás con exactitud qué es lo que les gusta específicamente y, en consecuencia, proyectar contenido sobre tópicos y temas que les gustaría saber y obtener mayor información.

Algunos sitios web como HubSpot y Buzzsumo son útiles para esta clase de ejercicios. Con la última podrás entender cuáles son los contenidos que presentan resultados óptimos en redes sociales. Son búsquedas sencillas, que brindan resultados interesantes de las redes sociales y hallan el camino a seguir. HubSpot es una herramienta clave para crear listas inteligentes.

La investigación de la competencia esclarece el camino a seguir

Los secretos están en el marketing de contenidos de tus competidores. En caso de que con los pasos anteriores no estés completamente seguro de los hábitos de lectura de tus usuarios, debes observar el contenido de la competencia que coexiste con tu público objetivo. De esta manera, es factible que encuentres contenido de valor en otros lados, y puedas aplicarlos con tu estilo y conocimiento para tus propios usuarios. El objetivo final es generar un impacto positivo y grande. Y nunca lo olvides: el contenido es el rey.

La estrategia SEO es primordial

¿Alguna vez quisiste saber cómo tus usuarios encontraron tu sitio web? Entre todo el universo de internet, que un potencial usuario orgánico llegue a ti es sorprendente. Para dilucidar estos esfuerzos, existen distintas herramientas y técnicas de optimización para motores de búsqueda, es decir, el famoso SEO. Estas estrategias son muy necesarias, y funcionan maravillosamente, aunque hay que saber tener paciencia, sobre todo en una primera instancia.

A su vez, esta clase de herramientas permite encontrar contenido de valor, palabras clave y puntos de dolor. Si lo utilizas bien, podrás generar el contenido más relevante para tus usuarios. El objetivo final: aparecer en la primera página de los motores de búsqueda.

Para ingresar en este ecosistema tan vigente existen distintas herramientas, como SEMrush y Google Search Console. Aprender de ellas lleva tiempo, pero, finalmente, son de gran ayuda y utilidad para avanzar en tu sitio web. Pero también existen maneras más sencillas, aunque no tan optimizadas, de desentrañar qué es lo que buscan los usuarios. Google cuenta con las funciones de “búsquedas relacionadas” y “autocompletar”.

Con estas dos funciones, Google te sugiere otra clase de tópicos, interrogantes e interlocutores mientras escribes en la barra de búsqueda. Con “autocompletar”, si permaneces atento, podrás sumar contenido de valor a partir de esta clase de predicciones que hace el motor de búsqueda. Al final de la página, Google arroja contenido en la función “búsquedas relacionadas”, que muchas veces se pasa por alto. La idea es equilibrar la estrategia de contenidos entre tus esfuerzos creativos y las funciones y herramientas disponibles que están al alcance de unos pocos clics.

Crea ideas en conjunto

Una vez que tus ideas y las que encuentras fácilmente en la web están alineadas, es momento de sumar nuevas personas al desafío. No te encierres únicamente en las ideas del mismo equipo. Intenta sumar a personas de otros ambientes para obtener ideas a través de una lluvia de ideas, es decir un brainstorming.

Los equipos alrededor de la creación de contenidos pasan todos sus días siguiendo el mismo objetivo. Entonces, invitar a personas que no estén relacionadas directamente con el área, puede ser fructífero gracias a una manera de ver las cosas diferentes, generando mayor perspectiva.

A la hora de hacer un brainstorming más oficial, debe haber un moderador que organice toda la actividad. Para avanzar, hay preguntas simples a contestar que debes poner sobre la mesa: ¿cuál es el problema? ¿Por qué queremos resolverlo? ¿Cómo vamos a lograrlo? ¿Cuánto va a durar la actividad? Estas son algunas interrogantes disparadoras, luego se puede potenciar la tarea a propósito de las inquietudes que surjan en el camino.

Sin estas preguntas introductorias, es probable que las personas se dispersen o no se tomen en serio la actividad. Entonces, pasará de ser una tarea productiva y educativa a algo improductivo, sin sentido. En esa dirección, es importante que el ambiente sea cómodo para todas las partes. Que cualquiera pueda compartir sus ideas sin miedo al rechazo.

Para romper el hielo y no empezar con tanta rigidez, puedes optar por incorporar un breve juego a la actividad, como uno de asociación de palabras. Una persona dice una palabra, la siguiente menciona otra relacionada, y así se sigue sucesivamente. La creatividad emerge con velocidad y todos se sienten cómodos y relajados.

En esta instancia, se puede empezar a anotar ideas aleatorias que llegan a tu mente. Lo valioso es la cantidad, y no la calidad, siempre hablando de esta instancia. Lógicamente, una vez finalizada la actividad, lo que se prioriza es la calidad por sobre la cantidad. Además, es una excelente forma de mezclar grupos de trabajo y que la gente se conozca más.

Otra forma de intercambiar ideas es a través de post its, o notas autoadhesivas. De esta forma, se mantiene el anonimato, en caso de que alguien no quiera hablar públicamente, y se desarrollan ideas desde el papel. Una vez que todo el equipo coloca sus notas autoadhesivas, se pueden administrar en grupos y temas específicos. Así identificamos tendencias actuales.

Por último, es importante que haya tiempos establecidos desde antes de comenzar. Si bien esto genera cierta rigidez, es para que se lo tomen en serio y puedan avanzar en el proceso con rapidez. Es imperativo que todas las partes estén a gusto con la actividad y sea algo positivo, así podrás volver a realizar un futuro brainstorming. Y recuerda, no critiques las ideas durante el proceso. Esta etapa trata de elaborar la mayor cantidad de tópicos útiles para generar contenido de valor. Desde allí, puedes partir y mejorar, reestructurar o expandir ideas establecidas en la actividad.

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