74% de los chilenos piensa que el país necesita una Nueva Constitución
- Además, 90% considera muy importante que se incluyan en la Carta Magna los derechos sociales (salud, educación, pensiones y vivienda) y 81% la protección del medio ambiente.
La empresa de investigación de mercados Ipsos lanzó su más reciente informe “Claves Ipsos”, el que esta oportunidad correspondió a una edición especial en conjunto con el centro de estudios Espacio Público. El estudio encuestó a 801 chilenos y chilenas de manera online para conocer su opinión y percepciones respecto del proceso constitucional, tras imponerse la opción Rechazo el 4 de septiembre, lo que ha reiniciado las negociaciones por una nueva Constitución.
Continuidad y urgencia del Proceso Constitucional
La encuesta concluyó que un 74% está a favor de tener una nueva Constitución. Quienes más respaldan esto son los jóvenes de 18 a 29 años, con un 81%. De los participantes del estudio que votaron Rechazo el 4 de septiembre, un 57% comparte la opción de tener una nueva Carta Magna.
Respecto a la redacción del documento, hay opiniones divididas. Un 44% piensa que se debe redactar una nueva Constitución, mientras un 42% cree que se debe reformar y perfeccionar la actual. Tan solo un 8% dice que hay que mantener la actual Constitución sin modificaciones.
En relación con los plazos esperables para una nueva Constitución, 40% dice que es muy urgente y que se necesita una nueva Constitución en un año como máximo, mientras un 31% lo considera medianamente urgente y que se necesita una nueva Carta Magna en uno o dos años. El 23% dijo que no es urgente y que debe demorarse el tiempo que sea necesario (más de dos años). De hecho, ante la pregunta “¿Cree que el país tendrá una nueva Constitución dentro de los próximos dos años?”, un 51% cree que sí y un 30% que no.
El desempeño de los actores políticos en las negociaciones para un nuevo acuerdo constituyente no fue bien evaluado por la ciudadanía. Dos de cada tres personas (66%) los calificó negativamente, y solo un 26% los evaluó de forma positiva. Sin embargo, un 57% considera que las discusiones para lograr un acuerdo deben continuar.
Sobre los temas más importantes a incluir en la nueva Constitución, un 90% puso los derechos sociales (salud, educación, pensiones y vivienda) como primera prioridad, seguido de la protección del medioambiente (81%) y la descentralización (61%).
“El estudio demuestra que se mantiene viva la expectativa ciudadana de contar con una nueva constitución para el país y que esa demanda convoca a una amplia mayoría. Si bien hay opiniones divididas sobre el camino a seguir, es importante que se logre establecer una agenda clara de pasos y tiempos para informar a la ciudadanía, dado que las personas tienen expectativas de tiempos que abarcan entre uno y dos años para una nueva propuesta”, comenta Alejandra Ojeda, Gerenta de Estudios Públicos de Ipsos Chile.
Por su parte, Mauricio Duce, director de Espacio Público señala: “La encuesta da cuenta de que hay un porcentaje muy importante de la población que todavía tiene expectativas enormes de contar con una Nueva Constitución, aun cuando existe mucha más dispersión en relación al mecanismo, la fórmula, en que se debiese llegar a esto. También hay un cierto pesimismo en términos de que podamos lograrlo en el corto plazo, a pesar de la necesidad que se identifica y, en parte, esto podría estar basado en que la evaluación que la ciudadanía hace del trabajo de la clase política, en este proceso posterior al 4 de septiembre, es mal evaluado (2/3 de la muestra sostiene que el trabajo no se ha venido desarrollado adecuadamente)”.
Quiénes deben redactar la Nueva Constitución
Frente a la consulta de quiénes deben redactar la nueva Constitución, un 32% opina que debe ser una Convención compuesta por ciudadanos electos y expertos, mientras un 29% cree que debe ser una comisión de expertos convocada por el Congreso especialmente para este fin. La tercera opción es una nueva Convención Constituyente 100% electa (22%) y un 10% cree que debe ser el propio Congreso quien cumpla esta labor.
Entre quienes votaron Apruebo, el 42% se inclina por la alternativa de la nueva Convención electa, y un 31% prefiere la alternativa de una Convención compuesta por ciudadanos electos y expertos. A su vez, dentro de quienes optaron por el Rechazo, las opciones preferidas son la comisión de expertos convocada por el Congreso (37%) y la Convención compuesta por ciudadanos electos y expertos (33%).
Respecto de las características del órgano que deberá redactar la nueva Constitución, un 77% está de acuerdo o muy de acuerdo con que se asegure la paridad de género, mientras un 75% está de acuerdo con que asegure la presencia de convencionales indígenas. Además, un 81% piensa que se debe permitir la participación de convencionales independientes.
“Se constata que hay mínimos que han sido consensuados por la ciudadanía y que le otorgarían una base de legitimidad al proceso. Entre ellos se encuentra la paridad de género, la participación de pueblos originarios y la presencia de independientes. En el caso de los independientes, existe un importante apoyo a que sean perfiles asociados a personas expertas en temas constitucionales participando en el proceso de redacción. Lo que generaría malestar ciudadano sería una Nueva Constitución redactada por el poder constituido representado por el Congreso”, indica Alejandra Ojeda, Gerenta de Estudios Públicos de Ipsos Chile.
Sobre el tipo de convencional que inspira mayor confianza en las personas, los más nombrados como primera alternativa son expertos en temas constitucionales (32%), personas comunes y corrientes (13%), profesionales destacados (12%) y dirigentes de movimientos ciudadanos (10%). Respecto de 2020, cae la preferencia por representantes de pueblos originarios (de 30% a 18%) y sube la preferencia por personas con trayectoria política (19% a 34%). Aunque se revaloriza el rol de los políticos, genera opiniones divididas ya que cuenta al mismo tiempo con un 32% de desconfianza.
A su vez, los perfiles que menos confianza generan para conformar un posible órgano constituyente son las personas conocidas (como actores y músicos), con un 40% de rechazo, y las personas con trayectoria política, con 32%. Los empresarios exitosos y los dirigentes sociales están igualados, con un 20% de desconfianza.
Entre quienes votaron Apruebo, los perfiles que más desconfianza generan para ser eventuales constituyentes son personas con trayectoria política (37%), personajes famosos o conocidos (35%) y empresarios exitosos (30%). Por su parte, dentro de los que apoyaron al Rechazo, los que menos confianza le producen son: personajes famosos o conocidos (45%), personas con trayectoria política (32%) y representantes de pueblos originarios (27%).
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