2030: surgirán “islas de privacidad” y las marcas tendrán que regirse por un código de ética
Según el estudio “La era de la inteligencia inclusiva”, reconocidos futuristas, académicos, autores y expertos a nivel mundial y múltiples -clientes de más de 20 países, concuerdan en que para el 2030 serán cada vez más los consumidores que vivan en “islas de privacidad”, vale decir que guardarán celosamente sus datos, por lo que las marcas deberán robustecer su compromiso en relación a la política de manejo de datos.
El fin de las cookies fue el principio, pero las proyecciones de los especialistas aseguran que los consumidores serán cada vez más cuidadosos respecto a la información que compartan en la web. Las compañías, año a año tendrán que adecuarse a las nuevas normativas que exigen los usuarios, ya que, según este estudio publicado por dentsu, ocho de cada diez personas en todo el mundo aseguran que les gustaría tener más control sobre la información personal que comparten con las empresas. Esto nos llevará al surgimiento de las Islas de Privacidad.
Los entendidos en el tema concluyen que a fines de esta década veremos el surgimiento de consumidores que están dispuestos a renunciar a la conveniencia y al acceso a los servicios digitales en aras del control de sus datos, volviéndose casi invisibles a las marcas.
Para Diego Fuentes, Director de Research de dentsu en Chile señala que “la conciencia de los usuarios de la web en relación a sus datos y cómo son manejados ya existe, porque ya tenemos precedentes de su uso, para fines positivos o negativos. Sin embargo, conscientes de su valor e importancia, cada vez son más las personas que deciden simplemente no compartir sus datos y sus huellas, para no exponerse a ser contactados con mensajes sesgados, información manipulada por agentes políticos, o comercio que simplemente los persigue porque son su público objetivo”.
En esa línea, Chile es pionero al comenzar la discusión legislativa en la Comisión Desafíos del Futuro del Congreso, de un proyecto que regula plataformas digitales y busca establecer derechos y obligaciones en el espacio digital. La idea es normar a sitios web que solicitan datos personales y a plataformas como Facebook, Google, Instagram, Twitter, ya que se considera que existe una asimetría entre la responsabilidad que tienen otros medios que serían sancionados si publicaran información falsa o contenidos no adecuados a cierta edad.
De materializarse, esta sería la primera ley a nivel mundial que, junto con la comunidad científica nacional e internacional, asumiría el desafío de regular las plataformas para que todas las personas tengan garantizado el derecho a la privacidad y al buen uso de sus datos.
Según el estudio publicado por dentsu, en la actualidad, una cuarta parte de las personas a nivel mundial no están dispuestas a compartir información personal bajo ninguna circunstancia, mientras que la mitad de los consumidores a nivel mundial esperan poder negarse a compartir sus datos personales, pero aún así recibir el mismo nivel de servicio.
La tarea para las compañías y marcas que deben llegar a su audiencia, será pensar y encontrar nuevas estrategias “fuera de la caja” para llegar a las personas que han decidido pasar desapercibidas en el mundo digital. Y ciertamente con el tiempo seremos espectadores de nuevas regulaciones éticas que afectarán a esta economía de datos, las cuales irán acompañadas de leyes que serán levantadas por los países para castigar el mal uso de la información privada. Incluso podríamos esperar el surgimiento de un consejo de ética digital global para garantizar la responsabilidad de las marcas.
Evolución de las marcas hacia un activismo Universal
Para el 2010, las marcas se obsesionaron en conocer las necesidades del cliente. Hacia el 2020, las marcas necesitan replantearse a sus clientes como activistas, que los motiva en su toma de decisiones un nuevo rango de influencias y causas, que van desde el cambio climático, hasta la privacidad de los datos, y la nueva definición de identidad. Si hubiese que apostar por una postura, uno de los futuristas más renombrado a nivel mundial, Gerard Leonhard agrega que “mi apuesta es que veremos un nuevo mercado de acciones en la próxima década, en donde la medición de factores además de sólo el crecimiento económico y las ganancias”